Está previsto que la vista comience a las 10 horas en una primera sesión dedicada a la resolución de cuestiones previas y a la declaración de algunos testigos, mientras que ni Messi ni su padre están obligados a asistir a este primer día de juicio, pues sólo deberán hacerlo el día que declaran, en principio el jueves.
Tal y como ha recordado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya este lunes en un comunicado, al enfrentarse a una pena de cárcel inferior a dos años la ley establece que no tiene por qué asistir a todas las sesiones, aunque podrían hacerlo si así lo consideran.
Un total de 50 medios y más de 200 periodistas están acreditados para cubrir este juicio, que acogerá la Sección Octava de la Audiencia de Barcelona según el TSJC. En principio el juicio durará tres días: tras las cuestiones previas y las testificales del martes, está previsto que el miércoles declaren más testimonios y el jueves concluir con la declaración de Messi y de su padre, la lectura de los informes finales de las partes; la vista podría alargarse hasta el viernes en caso de ser necesario.
No se espera que un pacto a última hora evite la celebración del juicio, pues durante el proceso judicial la Abogacía del Estado se negó a suscribir el pacto que intentó la defensa del jugador. Messi y su padre están acusados de tres delitos contra la Hacienda Pública al haber defraudado en las declaraciones del IRPF de 2007 a 2008 la gestión de los derechos de imagen del futbolista.
Ninguna de las partes cuestiona que el fraude ha existido --Messi devolvió lo defraudado y pagó una multa--, pero en el juicio deberá desvelarse la responsabilidad penal del jugador, que asegura que era su padre quien se encargaba de la gestión económica. Será después de que un juzgado de Gavà (Barcelona) decidiese abrir juicio contra el futbolista pese a que la Fiscalía pidió exculparle al concluir que era su padre el que se encargaba de las gestiones y que Messi confiaba "ciegamente" en él; para el padre Fiscalía pide año y medio de cárcel.
Mientras, la Abogacía del Estado (Agencia Tributaria) pide un año y nueve meses de cárcel para el jugador --siete meses por cada uno de los tres delitos, igual que para su padre-- al considerar que Messi es "coautor", y también una multa de 4,1 millones de euros. La estrategia defraudatoria consistía presuntamente en simular la cesión de sus derechos de imagen a sociedades instrumentales radicadas en paraísos fiscales --Belice y Uruguay-- y, paralelamente, formalizar contratos de licencia, agencia o prestación de servicio con otras en jurisdicciones de conveniencia, como Reino Unido y Suiza.
De este modo, los ingresos del futbolista transitaban desde estos países europeos hasta las sociedades ubicadas en los paraísos fiscales sin someterse prácticamente a tributación alguna y "con total opacidad" frente a la Hacienda Pública española.