He escuchado varias veces en lo que va de día, y aún es temprano, que lo visto ayer en el clásico es inenarrable. Máxima falacia extendida como un virus. Lo sucedido entre Real Madrid y Barcelona es la máxima expresión del baloncesto. Fue un partido único, vibrante, emocionante, bien jugado por ambos equipos, con fallos en ambos equipos y con un pequeño o gran detalle que decidió el encuentro. Por si aún no lo sabes, que tampoco te lo he dicho, el Barcelona ganó después de dos prórrogas 111-108.
El detalle es sencillo mas la discusión en torno a él es compleja. El Real Madrid llegaba a los últimos veinte segundos de partido con tres puntos de ventaja, posesión para el Barcelona. Pablo Laso decide que lo mejor es hacer falta personal, con “sólo” cinco segundos por jugar. ¿Buena o mala decisión? Los resultadistas dirán que mala, visto que Lorbek falló adrede el segundo tiro libre, capturó el Barça el rebote y el propio Lorbek empató para llevar el encuentro a una segunda y definitiva prórroga. Las personas ajenas al resultado, más gustosas de la forma en la que se deciden las cosas, difieren. No quiero ser ventajista, y en mi comentario no quiero poner en tela de juicio la decisión de Pablo Laso, pero siempre he mantenido que lo mejor, se gane o se pierda, es defender la jugada.
Más allá del impacto momentáneo de la derrota, del gran final de partido de Tomic, la dureza física del Barcelona, el desacierto de Rudy Fernández o el hecho de que nunca hubo en el Real Madrid un momento en el que dos o tres jugadores estuvieran entonados al unísono, cabe pensar en una cuestión para nada baladí. Efectos secundarios a largo plazo.
El Real Madrid se recuperará física y psicológicamente en los próximos días, el denominado borrón y cuenta nueva. El Barcelona ha sufrido una inyección de autoestima esencial en el deporte de élite, máxime cuando su estrella Juan Carlos Navarro está sufriendo multitud de lesiones esta temporada. Pero, ¿qué sucederá la próxima vez que vuelvan a enfrentarse? He ahí el quid de la cuestión y en ese aspecto el Real Madrid deberá trabajar con sus jugadores.
Supercopa al margen, dos derrotas ante el Barcelona y en ambos casos con tanteos que gustan al modelo instalado por el Real Madrid. Empate a 77 al final del partido de Copa, más allá de los 90 puntos en la Liga, en un partido que quizás hubiera dejado fuera del torneo del KO al Barça. El año pasado con la victoria en la Copa del Rey, el Real Madrid se quito un estigma de encima. ¿Volverán las oscuras golondrinas? Sólo el tiempo lo dirá.
El tiempo pasa volando y ya estamos pendientes de los segundos cuartos de final, de la semifinal entre Barcelona y Caja Laboral, victoria amplia la suya ante el CAI Zaragoza, y del gran ambiente que se vive en Vitoria. Ambiente sin igual en el graderío, que la climatología no acompaña. Tan es así que Carl English, el máximo anotador de la Liga Endesa y hombre fundamental en Asefa Estudiantes es duda por un virus estomacal. Pronóstico reservado.