Territorio negro

Los atentados de París: "Matadlos allí donde los encontréis"

La matanza cometida por tres comandos terroristas yihadistas el viernes en París ha conmocionado el mundo.

ondacero.es

Madrid | 16.11.2015 16:37

Hacia las 21.00 horas de la noche del viernes 13 de noviembre se inician casi simultáneamente los ataques en seis puntos diferentes de los céntricos distritos 10 y 11 de París. En el Estadio de Francia durante el partido de fútbol entre Francia y Alemania, la sala de espectáculos Bataclan, el local Belle Équipe, el bar Le Carillon, el restaurante Le Petit Cambodge y el Boluevar Fontaine.

Parece un ataque sin precedentes, pero en este territorio negro de urgencia y abierto, en el que van a comentar o contestar todas las dudas que los oyentes quieran plantear, Manu Marlasca y Luis Rendueles, nos van a demostrar que no es así. La matanza de París es solo el último episodio de una guerra con un hilo conductor común. Vamos a situarnos en la mente de esos terroristas, en su ideología, que la tienen, y en sus planes.

Hemos recibido los ataques de París con horror. Incluso como si fuera algo nuevo, sorprendente, inesperado, pero no es así. Lamentablemente, no. Hay un hilo común entre todos los ataques yihadistas de los últimos años.

Uno de los autores de los atentados de Madrid en 2004, Serhane el Tunecino, guardaba entre sus documentos la justificación teórica para cometer crímenes contra ciudadanos españoles y en territorio español: empezaba con una cita del Corán, la Azora II, Aleya 187, que reza textualmente: “Matadlos allí donde los encontréis y expulsadles de donde os hayan expulsado”.

Todo cambia para Europa, al menos para Europa del Sur, en 2003. Según las informaciones de inteligencia, se produce una reunión terrorista entre integrantes de lo que era el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, el Libio y el Tunecino. Allí se aprueba hacer la yihad en los propios países, no solo en Bosnia, Afganistán o países en guerra.

Y se produce ya entonces, hace doce años, un ataque muy parecido a los de París, los atentados de Casablanca, en Marruecos, en 2003. Así fue. Impresionan las similitudes de aquellos ataques, con víctimas españolas, con los de París. En Casablanca, aquel 16 de mayo de 2003, hubo también varios ataques coordinados: ocurrió también un viernes, día sagrado para los musulmanes y donde antes no se cometían atentados, un grupo se inmoló con explosivos en el restaurante de la Casa de España, otro en un restaurante belga, otro a la entrada de un cementerio judío, disparando contra tres personas y causaron 41 muertos entonces.

Ha habido muchísimas voces terroristas alertando de que esto iba a ocurrir. De dirigentes de Al Qaeda y también de militantes humildes, que anunciaban textualmente: "convertiremos vuestras calles en las calles de Palestina", por ejemplo. En España, el joven argelino Nouh Mediouni, que fue detenido en Zaragoza y luego expulsado de España, escribió para justificar algunos crímenes en Europa: “lo que sentís ahora es lo que sienten los niños de Afganistán.

"Cortadles el cuello, pegadles en todos los dedos". Se trata ya desde 2003, de una guerra abierta, donde golpean cuando pueden, donde pueden y como pueden. Ellos la llaman yihad 24/7, veinticuatro horas al día, siete día por semana.

¿La elección de Francia responde solo a esa posibilidad, porque han podido?No. Las revistas de Al Qaeda y el Daesh o Estado Islámico, que pueden consultarse por Internet (se llaman Inspire y Dabiq) vienen señalando a Francia desde mucho tiempo atrás. En sus textos, los yihadistas han calificado de “demonio” a Francois Hollande, lo mismo que antes hicieron con Aznar y Tony Blair (cuyos países también sufrieron matanzas) a cuenta de la segunda guerra de Irak.

Hollande se ha significado mucho en la lucha contra el integrismo islámico: primero en la República Centroafricana, luego, en Siria e Irak. El resto de gobiernos europeos han practicado lo que les recomiendan sus servicios de inteligencia: muchas declaraciones de apoyo pero muy pocos hechos. Y por supuesto sin tropas ni aviones. Por un lado, las opiniones públicas rechazan que se envíen tropas; por otro, y esto suena cínico pero es así, si se entra en guerra abiertamente, la posibilidad de sufrir atentados en nuestro país se multiplica.

Hablabais de las revistas, de los textos de Al Qaeda y el ISIS. De aquellos grandes atentados se pasó a lo que se bautizó como lobos solitarios.Así fue. Los grandes atentados como los de Estados Unidos en 2001 requieren años de entrenamiento, planificación y desarrollo. Y tienen muchas posibilidades de salir mal. En España, en 2004, salieron bien por el enorme descontrol que había con los explosivos en las minas de Asturias, por ejemplo. Pero Al Qaeda, que era la principal red hasta hace poco, decidió promover lo que llaman “yihad abierta” y editó un manual llamado “Guía para los caballeros solitarios de la yihad”, es decir, el manual para los integristas que quieran golpear en Occidente.

Leer ese manual impresiona por su crudeza, por su eficacia. “El terror que se produce entre la gente cuando un asesino golpea en tierra enemiga es mucho mayor que cuando se golpea en el campo de batalla”. Los aspirantes a terrorista aprenden por Internet y pueden actuar de cualquier manera: pueden apuñalar a un vecino al que vean caminando, pueden, por ejemplo, tirar clavos en las carreteras que los jóvenes usan para regresar a casa las noches de fin de semana y provocar accidentes de trafico. Lobos solitarios fueron Mohamed Merah, que a bordo de una moto causó el pánico y siete muertos en Toulouse, y los hermanos Tsarnaev, autores del atentado del maratón de Boston.

Los atentados de París no son obra de lobos solitarios.Por lo que sabemos hasta ahora, puede ser un comando de aluvión, como el de Madrid, donde había viejos integristas salidos de prisión junto a ex traficantes de droga y delincuentes comunes. El primer asesino que ha sido identificado, por un trozo de dedo hallado junto a los cuerpos en la sala Bataclán, es Omar Ismail Mostefai, un tipo de 29 años nacido en París, en los suburbios, que había tenido problemas con la justicia por algunos robos y que a partir de 2010 se había radicalizado en el Islam criminal.

El grupo de terroristas del Bataclán había llegado allí en coche, formaba un comando itinerante que iba causando el terror. Había otro grupo igual, que se movía en otro coche negro y disparaba allí donde había gente, gente joven, muchos de ellos turistas. Los terroristas de los coches llevaban fusiles Kalashnikov y cinturones con explosivos y detonador. La tercera célula o el tercer comando eran tres asesinos que debían inmolarse en el estadio de futbol de Sant Denis, donde jugaban ese día Francia y Alemania un partido amistoso. Por suerte, fallaron.

¿El fútbol es objetivo de los islamistas?

Todo es objetivo. Todo lugar donde haya mucha gente y donde se pueda causar una matanza. Los objetivos son lugares donde, además, haya muchas cámaras de televisión para aumentar el horror, la repercusión, la propaganda al final. Volvemos a leer textos publicados en revistas integristas, este es de la primavera pasada: proponen lanzar coches bomba contra estadios de fútbol durante los partidos porque, leo, “tienen cobertura de medios de comunicación de todo el mundo. El mejor momento es después del pitido final, cuando las multitudes salen del estadio y se reúnen en las puertas”. Pero no solo es el fútbol, se habla también de atentar durante el día de la Toma de la Bastilla, en París, o en las carreras de caballos cuando asiste la Reina de Inglaterra.

Se busca siempre la máxima repercusión. Y los integristas de Al Qaeda e ISIS saben que hay que dar imágenes. Un atentado sin imágenes no existe. De ahí que, y ellos presumen de haber mejorado en eso, se filmen las decapitaciones, los terroristas graben vídeo de despedida y se prefieran los asaltos con rehenes, como ocurrió en el Bataclán, para que las televisiones de todo el mundo lo retransmitan en directo. Después de los ataques en el Charlie Hebdo y el supermercado judío en París, el Estado Islámico se vanaglorió de que aquello tuviera mucho eco en todo el mundo. Escribieron que murieron más cruzados en Madrid (cruzados somos todos para ellos) pero la reacción sobre los benditos ataques de París fue mucho mayor.

Hay otros objetivos para estos terroristas del Estado Islámico, en este caso. Las mujeres. Varios testimonios aseguran que cuando los terroristas iniciaron su matanza, disparaban y ejecutaban a más mujeres que a hombres. Tienen un problema con las mujeres, evidentemente, no soportan que puedan siquiera estudiar en la escuela, no hablemos ya de hablar con otros hombres, vestirse, ir a la playa, acudir a una discoteca o trabajar fuera de casa.

El panorama en España. ¿Tenemos lobos solitarios, tenemos ex combatientes en Siria?

La respuesta es sí. Hablamos hace un par de años de que había unos 30 lobos solitarios en España dispuestos a actuar. Algunos han sido detenidos porque iban a dar el paso. También han ido españoles a Siria, muchos ciudadanos de Ceuta. Hablamos aquí esta primavera de la amenaza que representan los resucitados, terroristas de los que dicen que han muerto en Siria y que reaparecen luego, con un pasaporte limpio. Mohamed Belhadj, uno de los autores del 11M, fue dado por muerto en 2005. Cuatro años después estaba vivo, coleando y guerreando en Irak y Siria. Fue detenido y enviado a Marruecos.

La semana pasada murió Kokito, un criminal que vivía en Castillejos, junto a Ceuta y se hacía fotos con las cabezas degolladas de soldados sirios. Kokito se había casado con una joven española. El regalo de lo que antes se decía la dote fue un cinturón con explosivos… Tenemos también en España lo que llaman vírgenes para la yihad. Se trata de mujeres, algunas musulmanas de nacimiento y otras conversas, que se ofrecen a ir voluntarias para entregarse, en todos los sentidos, a los miembros del Estado Islámico. Hay un dato preocupante: antes un islamista tardaba años en radicalizarse, en estar dispuesto a matar y morir. Ahora el proceso ocurre en menos de un año. La chica de Huelva era hace un año una fan del grupo heavy Metallica. En unos meses estaba lista para irse a Siria.

Una yihad híbrida. ¿Qué quiere decir eso?

Los anteriores atentados de Francia, contra los profesionales de la revista Charlie Hebdo y los clientes de un supermercado, fueron llevados a cabo por seguidores de Al Qaeda, en el primer caso, y del Estado Islámico en el segundo. Da la sensación de que Estado Islámico ha adoptado ahora la táctica de la red terrorista de crear células en Occidente.

Básicamente, los textos, las revistas, los llamamientos en foros de yihadistas señalan los objetivos preferentes. En el caso de Charlie Hebdo, uno de sus dibujantes, Stephane Charbonnier, fue señalado en la revista de Al Qaeda bajo una diana con otras personas. Luego, basta con que un yihadista haga suyo ese objetivo legítimo y se decida a atacar. La última revista de Al Qaeda, por ejemplo, sitúa como objetivos a Bill Gates y Warren Buffet.

¿Qué se puede hacer?

Seguir combatiendo con inteligencia y constancia. Va a ser una guerra larga y difícil (porque la guerra ya nos la han declarado, somos cruzados para ellos.) Las unidades de inteligencia funcionan, a las sociedades, a las opiniones publicas, nos falta quizá constancia y convencimiento en el combate. No hablamos de una guerra sobre el terreno, pero sí de defender lo bueno que tenemos, conocer lo que estamos dispuestos a hacer. Y, sobre todo, es básico conocer al enemigo.

Vamos a citar un clásico, Sun Tzu, en el Arte de la Guerra, que afirmaba, “si no conoces a los demás (se refiere al enemigo) pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo correrás peligro en cada batalla; pero si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro”.