Con Matías Prats recordamos anécdotas del Mundial 1982. La primera en el sorteo en el que hubo un lío con las bolas y se tuvo que repetir alguna fase que le llevó al periodista a querer que le tragara la tierra: "Recuerdo la cara del príncipe de Asturias y las caras estupefactas de los que le acompañaban. Los niños de San Ildefonso que se vinieron arriba y se rieron de lo que estaba pasando. Fue un absoluto desastre, qué mal comenzó el Mundial pero fue un buen Mundial cuando rodó el balón".
"El Mundial sirvió para lanzar la candidatura de los JJOO de Barcelona. Y eso que en aquella época todavía vivíamos el terrorismo, fueron pruebas que fuimos superando", reflexiona. Y de ese Mundial señala que hubo grandes partidos como "un Italia - Brasil en Sarriá o la resurrección de Italia y la hecatombe de España en lo deportivo", rememora.
Respecto al Mundial 2030 señala que en su opinión "pierde un poco la esencia pero igual alguien quiere redimirse de los últimos mundiales y albergar a países que aman este deporte". Eso sí, vaticina que "el panorama de la Selección pinta muy bien para 2030".
Desvela que lo más emocionante que ha retransmitido es la ceremonia inaugural de los JJOO de 1992: "Aquella ceremonia rompió moldes y creó una imagen moderna de España y después llegaron los deportistas y nos asombraron y nos colocaron en el ránking entre los mejores". Además tuvo la suerte de hacer un relevo de la antorcha olímpica. "Aquella flecha pasó por detrás del pebetero. Había un 99% de posibilidades de que pegara en el pebetero. La flecha pasó por encima y creó la sensación de que había encendido el pebetero y quedó todo el mundo impresionado. En ese momento respiramos todos", cuenta sobre esa mítica ceremonia.
