María de Santos tiene 23 años y hace dos su vida dio un giro. Le diagnosticaron autismo, una condición del neurodesarrollo que siempre le había acompañado, pero nadie de su alrededor le había puesto nombre.
En ese momento, para ella, todo comenzó a tener sentido. Su forma de comunicarse, de ver el mundo respondía a una razón. María cuenta que tuvo que “aprender de nuevo a ser” y encontró en el arte un lenguaje propio con el que expresarse.
Es ilustradora, fotógrafa y escritora. Profesiones que le ayudan a conectar con el mundo y encontrar una “vía de escape”.
Los mitos y estereotipos que hay en torno a las personas con autismo son barreras que quiere romper. También con la falta de referentes que visibilicen esta condición del neurodesarrollo. Por esta razón ha escrito el libro “El autismo a través de mis ojos”, para acercar su realidad a todo el que quiera informarse e ir más allá de los términos médicos.
La escritora quiere cambiar el enfoque y huir de la condescendencia o el rechazo que a veces genera aquello que no conocemos. "La mayoría piensa que las personas autistas somos todos iguales", ha explicado en Por fin.
El autismo me implica unas dificultades y una serie de retos adicionales que otras personas no enfrentan, pero no ha de limitarme
Sobre el momento en el que recibió el diagnóstico María de Santos recuerda que fue una noticia liberadora porque pudo "comprender quién soy".
"De pequeña me diagnosticaron depresión y tuve muchos problemas de ansiedad, pero yo sentía que había algo más", ha señalado la autora de "El autismo a través de mis ojos".
Conocer que tenía autismo le abrió una ventana a una realidad que ahora busca compartir y visibilizar para que otras personas con su condición no acusen la falta de referentes. "Cuando me dieron el diagnóstico me di cuenta que llevaba toda la vida escondiéndome detrás de una máscara que había construido en base a lo que la gente se esperaba de mí", ha defendido.