OBJETOLOGÍA CON ISABEL LOBO

Objetos para cotillearnos los oídos: el otoscopio

Isabel Lobo nos trae uno de esos objetos que se usan para cotillearnos y examinarnos los oídos: el otoscopio.

ondacero.es

Madrid | 22.10.2022 13:30

Objetos para cotillearnos los oídos: el otoscopio

El otoscopio tiene forma de pato, loro, tiene pico y picotea hasta el tímpano para decir si ‘sí’ o si ‘no’. Otitis si cuerpo extraño no.

Y su historia es tan curiosa que después se puede exportar a la de otros objetos que se dedican a descubrirnos por dentro. El comienzo de la historia del otoscopio se remonta a Francia en 1363. En ese momento, el médico y cirujano francés Guy de Chauliac imaginó una herramienta que pudiera ayudar a diagnosticar a los pacientes que se quejaban de dolor de oído o de nariz.

A mediados del siglo XIX, en Alemania, el otoscopio moderno realmente comenzó a tomar forma. Wilhelm Kramer, un otólogo alemán, desarrolló un espéculo de oreja de acero con un embudo en el extremo. El espéculo de Kramer, como se le conoció, fue el dispositivo principal utilizado por los médicos hasta 1881, cuando A. Hartmann creó un diseño que se asemeja principalmente al aspecto actual.

Si bien la mayoría de los dispositivos médicos han evolucionado durante los últimos 100 años, el otoscopio se ha mantenido prácticamente igual durante ese mismo período. Aunque ahora es un poco más elegante y liviano, el diseño, así como la tecnología, no han cambiado de manera apreciable, mientras que la necesidad de diagnosticar la otitis media aguda (OMA) con mayor precisión ha aumentado dramáticamente en la era de la resistencia microbiana.