ENTREVISTA EN POR FIN NO ES LUNES

Siete meses desde la guerra en Ucrania: así viven los refugiados acogidos en España

En septiembre se cumplen siete meses desde el inicio de la guerra en Ucrania y en Por fin no es lunes hemos querido mirar con retrospectiva y analizar cómo se han adaptado las familias ucranianas acogidas por España a su nueva vida en nuestro país.

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ondacero.es

Madrid | 18.09.2022 10:02

Siete meses desde la guerra en Ucrania: así viven los refugiados acogidos en España

Hay que hacer un poco de memoria para conocer la realidad de este momento. El pasado 24 de febrero, Rusia invadió Ucrania haciendo que los ataques, las sumas de muertos y los heridos ocupasen los espacios informativos de medio mundo y las tertulias se llenasen de analistas que hacían pronósticos sobre el desenlace del conflicto.

Guerra en Ucrania: siete meses después

A punto de cumplirse siete meses desde el comienzo de la guerra, el parte diario de daños, a pesar de ser igual de escalofriante, ya no llama tanto la atención salvo en algunos momentos, como cuando esta semana se ha hablado de un cambio de rumbo en la guerra por las acciones ucranianas.

Pero, hay que preguntarse si también nos hemos olvidado de todos aquellos que llegaron a nuestro país escapando de Ucrania para buscar durante algunos meses un lugar aquí en España. Tan solo un detalle: varios meses después la situación ha cambiado por completo. Ahora salen de España más ucranianos de los que entran.

Carlos Echánove dimitió como director general de su empresa para centrarse en ayudar a los refugiados de aquel país. Llevaba 28 años trabajando en el ámbito internacional, viajando al extranjero hasta hace cuatro años, cuando volvió a España y se empezó a implicar en asociaciones como 'Rescate Internacional' donde perteneció a la Junta Directiva. Cuando ocurrió el programa de Ucrania, la organización se vio desbordada y tuvo que elegir entre su trabajo y su vocación. Lleva desde entonces gestionando la llegada de refugiados a nuestro país y ayudándoles mediante la búsqueda de familias de acogida y viviendas para su nueva vida aquí.

Explica que a pesar de la gran llegada de refugiados a España, ahora son más los que regresan a Ucrania que los nuevos que vienen. ¿Por qué? "Para estar más cerca de sus familiares. Algunos han vuelto a Polonia o a reagruparse en otros países con familiares que han encontrado trabajo, como Alemania o Francia". Los que se quedan aquí, dependen de muchos factores, de la situación que encuentran, las condiciones de integración, si encuentran trabajo o la situación de sus familiares allí: "Es muy difícil tomar la decisión de quedarte cuando todavía tienes familiares allí".

Explosión de solidaridad en España

Cuando comenzó la invasión y los ucranianos tuvieron que abandonar su país, hubo una explosión de solidaridad en todo el mundo, especialmente en España, con cientos de familias ofreciéndose para acoger a los refugiados que venían huyendo de la guerra. Actualmente, su ONG no tiene ningún ucraniano en familia de acogida, aunque en el momento más duro tuvieron alrededor de 270, de los 170 fueron alojados en familias que entrevistaron e informaron y que han realizado una iniciativa extraordinaria porque no es fácil acoger a alguien cuatro meses en tu casa.

"Acoger a varias personas durante cuatro meses puede parecer de manera ingenua muy bonito, pero es muy difícil. Por eso, quiero darles muchísimas gracias a las familias porque han tenido un mérito extraordinario. Sobre todo porque les hemos acompañado menos de lo que nos habría gustado ya que hemos estado desbordados. Han hecho un trabajo formidable", asegura.

¿Cómo ha sido la convivencia y la adaptación de las familias ucranianas?

La define como "adecuada, aunque difícil" porque "a nosotros ya nos cuesta soportar a nuestros adolescentes en casa, así que imagina soportar a los de otros. Al hablar de acogida, todos nos imaginamos una mujer ucraniana con dos niños de 4 y 6 años adorables, pero de repente te llega una señora con su madre, su cuñada y su hijo de 14 años. Estas cosas son difíciles en una vida corriente y parece muy romántico, pero tiene un mérito extraordinario porque los héroes de toda la vida no son los que hacen cosas bonitas, sino los que hacen cosas difíciles", explica.

Por su parte, las familias ucranianas también han tenido que adaptarse porque aparte de estar en un país que no es el tuyo y con un idioma que no dominas, son familias que llegan con "traumas": "No estás acogiendo a dos amigos. Ese chaval de 14 años ha dejado a su familia y a sus amigos atrás". Aún así, reconoce que a pesar de lo complicado de la situación, ha ido "estupendamente" y ha habido familias "extraordinarias" que han creado "vínculos muy importantes".

¿Por qué el interés informativo ha ido de más a menos?

Explica que ya no se siente la situación de urgencia, a pesar de que la guerra siga. "Es verdad que la situación no es tan urgente en ciertas cosas, pero como siempre, las dificultades y los problemas no siempre son urgentes, pero hay que mantener el esfuerzo", comenta. Y asegura que aún quedan un 50% de los ucranianos que vinieron con necesidades de acompañamiento porque todavía no son independientes: el idioma lleva su tiempo, algunos tienen que reciclarse laboralmente porque el oficio que realizaban allí no lo pueden hacer aquí, otros tienen que convivir con el duelo de saber que no volverán en cierto tiempo a su país. "Hay que mantener el esfuerzo y el apoyo durante muchos meses".