POR FIN NO ES LUNES

¿Quién modera y cuida la estética de las escenas de sexo en las películas?

En 'Por fin no es lunes' hablamos con Enric Ortuño y Miriam Benedited', dos coordinadores de intimidad que se encargan de moderar y coreografiar las secuencias de sexo en diversas producciones audiovisuales.

ondacero.es

Madrid | 21.11.2021 13:02

Desde que las plataformas de contenido audiovisual emergieran como principal recurso para el consumo de la ficción, los productores apreciaron el filón de las series que, de un modo ameno podrían consumirse en casa. De este modo, se produjo un estallido en su producción y, consecuentemente, el trabajo en los rodajes se multiplicó. Surgieron nuevos roles dentro del equipo técnico para atender todas las necesidades y junto a otros perfiles profesionales comenzó a esgrimirse la figura del coordinador de intimidad.

Enric Ortuño y Miriam Benedited, coreógrafos por vocación y asistentes en determinados rodajes, se sumaron con gusto a la labor de crear entornos seguros y respetuosos con las actrices y los actores involucrados en escenas con tomas íntimas o explícitas sexualmente. Ambos son coordinadores de intimidad y, por tanto, se encargan de mantener el contacto entre el equipo y los actores, así como de coreografiar determinadas escenas de sexo.

De la danza a la pasión sexual

Enric Ortuño trabajaba como coreógrafo y profesor de lucha escénica, pero quedó prendado del arte de la coordinación de las escenas de intimidad. "Tuve la suerte de conocer a las mujeres pioneras de este movimiento en Estados Unidos y de formarme bajo sus órdenes", ha expresado apuntando que "la formación nunca termina, especialmente en este tipo de trabajo donde no hay una educación reglada y que abarca diversos ámbitos: un poco de psicología, cinematografía, interpretación y, por supuesto, expresión corporal".

"Las coreografías son fundamentales para contar una historia y para mantener la continuidad, por lo que son fácilmente trasladables al mundo de la lucha escénica o a las escenas de sexo", indicaba.

Por su parte, Miriam Benedited era -y sigue siendo- coreógrafa profesional. Había trabajado en proyectos como 'Tu cara me suena' donde ha ayudado a decenas de famosos a desenvolverse en los escenarios, pero además quería probar el ejercicio de esta nueva profesión que hace no tanto tiempo era bastante desconocida. Miriam explicaba que la primera vez que trabajó como coordinadora de intimidad, aquella figura ni siquiera tenía nombre. "La producción entendía que tenía que haber una persona específica para preparar unas escenas muy heavys, pero no nos preocupamos del nombre", explicaba.

"Todo el aprendizaje que me ha dado la danza lo pude trasladar a esta profesión donde me he sentido muy cómoda", añadía.

La importancia de la pre-producción

El trabajo de los coordinadores de intimidad exige una excelsa labor de pre-producción que previene de las improvisaciones en el rodaje de secuencias tan comprometidas como las que coordinan. En primer lugar, es fundamental dialogar con el director de la producción para que les transmita su idea al respecto de cada secuencia y ellos comiencen a materializarla por medio de coreografías y ejercicios de expresión corporal.

"Hay muchos tipos de escenas: de sexo romántico, un aquí te pillo aquí te mato... y nosotros ayudamos al director a traducir en imágenes esa escena que se ha imaginado en la cabeza", señalaba Miriam.

Habiendo aclarado las ideas con el director, los coordinadores comienzan a trabajar con las actrices y los actores. "Hay una parte importante de pre-producción en la que cada actor y cada actriz establece sus límites mediante un contrato que incluye una cláusula de desnudez", explicaba Enric. Y finalmente, comienzan los ensayos con los actores que, gracias a su presencia, dicen, "sienten más seguridad y tranquilidad".

"Es un trabajo muy bonito y muy creativo" confesaba Miriam apuntando que "el hecho de lograr veracidad en secuencias puramente actorales es muy satisfactorio".

Aunque en la práctica no se trata de un trabajo completamente nuevo, se desarrolló mucho, sobre todo en Estados Unidos, a raíz del movimiento #Metoo, gracias al cual muchas actrices hablaron por primera vez de los abusos que habían sufrido a lo largo de su carrera artística. Así pues, la figura del coordinador de intimidad ya es prácticamente obligada en cualquier rodaje que incluya secuencias de este estilo.