Una guitarra de cuatro órdenes es un instrumento del siglo XVI del que ya no se conserva ningún ejemplar. Su sonido se perdió por el paso del tiempo, pero ahora, en pleno siglo XXI se ha podido recuperar gracias al trabajo y empeño de un músico, Jesús Alonso, que ha conseguido reconstruir este instrumento a través del análisis de pequeños restos de madera procedentes de naufragios.
El también profesor en la Escuela Municipal de Música y Danza de Pozuelo de Alarcón, explica en Por fin no es lunes que llegó a la guitarra por casualidad. Asegura que llevaba muchos años tocando en conciertos y se encontraba haciendo el doctorado cuando se encontró referencias a unos restos de este instrumento entre los restos de una excavación arqueológica de un barco.
"Empecé a buscar si había más restos del estilo y comprobé que sí. Trabajando llegué a ellos y descubrí que había restos de al menos tres instrumentos de las mismas características", afirma.
Comenta que el estado en el que se encontraban no era el mejor porque "después de varios cientos de años debajo del agua" estaban bastante deteriorados. "Hay que tener en cuenta que cuando uno baja a los restos de un barco, piensa que va a encontrar esas imágenes fantasmagóricas y bonitas, pero la realidad es que cuando bajas a excavar un barco de la antigüedad, sólo encuentras un montón de restos en medio del fondo marino y no hay ninguna forma distinguible. Y eso eran los restos de la guitarra: partes que no se podían distinguir fácilmente de a qué pertenecían".