ENTREVISTA EN POR FIN NO ES LUNES

Crecen en España los trastornos crónicos del sueño: "Nos perjudica trabajar hasta tarde, el presencialismo; la sociedad del multitasking nos acelera"

Los españoles dormimos mal y gran parte de la culpa la tiene nuestro modo de vida, lo que provoca que cada vez haya más patologías como insomnio, ronquidos, apneas del sueño, síndrome de las piernas inquietas o trastornos del ritmo circadiano.

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M.P.

Madrid |

Crecen en España los trastornos crónicos del sueño: "Nos perjudican nuestros horarios, trabajar hasta tarde, el presencialismo; la sociedad del multitasking nos acelera"

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, más de cuatro millones de personas padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico grave y más de 12 millones no descansan de forma adecuada. Aproximadamente, la mitad de los españoles tienen problemas para conciliar el sueño y un tercio se despierta con la sensación de no haber dormido bien.

Dependemos de un buen reposo para vivir mejor y más años, para evitar enfermedades, para ser más simpáticos y hasta para ser más atractivos. Y aunque sabemos lo importante que es dormir bien y tomarse una pausa de vez en cuando, muchas veces le persigue una mala fama, como los que dicen que para ser más productivos, tenemos que levantarnos todos los días a las 06:00 horas o nos convertimos en sospechosos si queremos dormir una siesta o echarnos un rato a las 12:00 horas.

Esto último es lo que defiende el doctor Javier Albares y lo hace con datos y con la experiencia de haber tratado en su consulta a más de 17 mil pacientes, entre otras cosas, por trastornos del sueño.

Algo sabe sobre el descanso porque es médico y cirujano especialista en neurofisiología clínica, miembro de la Sociedad Española del Sueño y ha escrito un libro que se titula 'La ciencia del buen dormir'.

Por qué tantos millones de ciudadanos no encuentran la fórmula para dormir bien

La población duerme mal, poco, menos horas de las que necesitan y las patologías del sueño son muy prevalentes: el insomnio, ronquido, apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, los trastornos del ritmo circadiano, adolescentes privadísimos de sueño, "son muy frecuentes y muy poco diagnosticados".

Los trastornos del sueño afectan mucho a nuestra salud, pero también a nuestra calidad de vida: si estoy más irritable, más o menos simpático, creativo, tengo mejor capacidad de concentración, atención o memoria.

El caso de España no es el único, es una situación que se vive en casi todo el mundo occidental: "Nos perjudican mucho los horarios tan tardíos que tenemos, de trabajar hasta tarde, con tanto presencialismo, de cenar muy tarde, actividades extraescolares tardísimas, hace que estemos más privados de sueño".

"El estrés crónico nos mata"

El sistema simpático es el que nos hace ir acelerados y que el estrés aumente. Cabe recordar que el estrés es bueno si es agudo, es decir, "si es un momento que tenemos un pico porque está diseñado para escaparnos de un peligro real", pero el problema viene cuando no es así: "Hemos normalizado tener estrés 'como todo el mundo', pero el estrés crónico nos mata".

Uno de los principales síntomas de que "nos está matando el estrés" es la falta de sueño, que empezamos a dormir mal. "El insomnio es una alerta que nos manda nuestro cuerpo para cambiar algo de nuestra vida", asegura el experto.

La peligrosa sociedad del multitasking

La exprimera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, dijo en una ocasión que "dormir es de débiles" y ahora cada vez más se repiten los mantras de ser más productivos, de levantarse a las seis de la mañana, esa falsa idea de que madrugar y dormir poco es beneficioso para todos.

Albares explica que aquí nos olvidamos de que todos somos diferentes y de que el cronotipo es genético, "por mis hábitos sé en qué horario estoy más cómodo biológicamente". Hay personas que son matutinas, pero si eres vespertino, "eso de levantarte por la mañana te va a matar". El problema viene cuando una persona vespertina tiene un trabajo en el que madruga mucho: "Primero hay que saber dónde está cómoda nuestra biología y después, con hábitos y rutinas podemos adaptar nuestras necesidad biológicas a nuestras necesidades familiares, sociales y laborales".

Actualmente vivimos en una sociedad del 'multitasking', de hacer varias cosas a la vez y estar pensando en la siguiente sin haber finalizado la primera. Eso "activa nuestra adrenalina y el cortisol" y va en contra de poder descansar: "Igual que nuestra noche fabrica nuestro día, nuestro día fabrica nuestra noche y si nuestro día es excesivamente acelerado, es más fácil que durmamos mal".

Las pausas durante el día y el engaño del café

Por eso, Albares defiende hacer pequeños parones de esa activación, de ese estrés que tenemos durante el día. Poner atención en nuestra respiración "nos va a ayudar a llegar en mejores condiciones a la noche: no hacer en ciertos momentos del día y parar es beneficioso".

Pero, ¿qué pasa si duermo mal y tengo que afrontar el día? La mayoría de la población tira de café. La segunda sustancia más comercializada en nuestro planeta es la cafeína y, aunque tiene sus beneficios, también "abusamos de ella". "Una persona con insomnio no debería tomar café y, si lo toma, como mucho uno. Si yo tomo muchos cafés para aguantar el día, estoy engañando a mi cuerpo", explica.

"La cafeína en nuestro organismo se une a unos receptores cerebrales que se llaman de adenosina (productos de desecho de nuestro organismo) y no nos deja percibir nuestro cansancio, lo que nos desconecta de nuestro cuerpo. Cuando bebemos café de forma crónica ("cuatro, cinco, seis o más, algunos pacientes me han dicho que se beben 14 o 15"), nuestro cuerpo puede empezar a tolerar la cafeína y tengo que aumentar la dosis", afirma.

Hay que tener en cuenta la vida media de la cafeína, que eso es algo que no se sabe mucho: "A las seis horas de tomar un café, todavía un 50% está activo en nuestro cerebro y a las doce horas de tomarlo, el 25% está activo. Esto quiere decir que si nos tomamos un café después de comer a las 15:00, a las 03:00 de la madrugada, el 25% sigue activo".