Uno de cada cuatro niños sufre acoso escolar en España. En el 60% de los casos, burlas e insultos continuados. En el 40%, el vacío social. Y en el 28% de los casos, agresiones físicas. Las nuevas tecnologías también tienen su porcentaje: uno de cada diez niños sufre ciberacoso.
Son datos del estudio 'Percepción sobre el bullying en la sociedad española'. Datos que demuestran que hay un problema que necesitamos atajar ya. Y eso que las cifras que conocemos podrían ser sólo la punta del iceberg. Nos lo advirtió, el pasado mes de octubre, aquí, en ‘Por fin no es lunes’ José Manuel López:
"La Inspección Educativa en la actualidad, en las 17 autonomías, pregunta al colegio si hay acoso y cree la palabra del colegio. No escucha a la víctima y a sus padres, no acepta sus pruebas. Estadísticamente, hay poco bullying, sí, pero yo le garantizo que hay mucho más", explicó.
José Manuel López es el padre de Kira López. Kira se suicidó. En dos semanas, el 19 de mayo, es el segundo aniversario de su muerte. Tenía 15 años y sufría acoso desde los 4. Su padre exige, como muchas otras personas, una ley contra el acoso escolar, cuyo Dia Mundial se celebró el pasado martes.
"Cuesta decir que tú fuiste la víctima y que te menospreciaban"
Y por este motivo hemos visto en diversos medios testimonios de rostros conocidos que han contado que ellos también fueron víctimas. Uno de esos testimonios es el de la periodista Carme Chaparro, que explica en 'Por fin no es lunes' los episodios de acoso escolar que sufrió cuando era pequeña y cómo siempre ha normalizado hablar de ello con sus hijas.
"Cuesta decir que tú fuiste víctima, alguien a quien los demás menospreciaban, pero cuando me propusieron la idea para ver los signos que pasan desapercibidos en nuestros hijos y que nos pueden alertar de lo que está pasando, me di cuenta de que yo misma tampoco sabía reconocerlos en mis hijas y lo importante que es hablar de este tema", asegura.
Afirma que ella siempre ha hablado de este tema con sus hijas y que siempre les ha explicado que sufrió acoso sin violencia física, pero con una violencia psicológica importante que ha dibujado parte de la personalidad que tiene hoy en día.
"Yo soy una persona muy emocional y sensible con lo que hay a mi alrededor. Me sigue importando mucho lo que los demás opinan de mí y cómo me ven, qué ven ahí. Sigo necesitando que los demás me quieran como persona. Sigo necesitando eso y me fastidia mucho que me pase, y llevo toda la vida luchando para quererme a mí misma más", asegura.