OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Podemos está obligado a explicar si hay una investigación interna sobre sobresueldos y chanchullos laborales"

Cómo están, bienvenidos a una nueva mañana de radio. Del 06 de diciembre de 2019. El acoso laboral de un hombre a una mujer no sólo es despreciable, es un comportamiento castigado por la ley.

Carlos Alsina

Madrid |

A un trabajador que acosa a una mujer hay que denunciarle. Para que pague por lo que ha hecho.

Es mobbing, es discriminación y es abuso de poder. No estamos hablando de un empleado que rinde poco. Esto es otra cosa. Más grave. Y es la empresa la que tiene que asumir la responsabilidad de que ese comportamiento no sólo no se vuelva a producir, sino que sea castigado.

En el caso que hoy nos ocupa la empresa sostiene que el empleado acosó, por razón de género, a una compañera; que tiene pruebas de que eso sucedió; y que todo lo que ha hecho es mandarlo al paro.

La empresa, en el caso que hoy nos ocupa, se llama Podemos. El partido tiene empleados, tiene contratos, paga salarios, tiene un comité de empresa y, a veces, despide gente. Por ejemplo, la asistente de Irene Montero que denunció que la echaron porque le reclamó a su empleadora que le pagaran las horas extra y que no le exigieran tareas que no formaban parte de su trabajo, como comprar la comida de los perros. El partido dijo que todo era falso y que el despido estuvo justificado.

Ahora es otro el despedido, un abogado llamado Calvente que ha trabajado durante años en el Departamento Legal del partido. Según la empresa, que es Podemos, se le despide porque acosó a una compañera. Según el despedido, se le purga por haber estado investigando corruptelas internas. A saber: sobresueldos en negro, irregularidades en las consultas y despidos arbitrarios por razones falsas para encubrir que se está haciendo un ERE. Sostiene el despedido que el detonante último de su purga fue interesarse por el tema de la asistente de Montero. Y da nombres.

Podemos (la dirección de Podemos) tiene la obligación de responder a las preguntas que se le están haciendo. Tiene que empezar por responder si es cierto, como sostiene Calvente (y no sólo él) que hay una investigación interna sobre sobresueldos y chanchullos laborales cuyos impulsores han sido neutralizados.

Porque, en realidad, no es la palabra de Calvente, el despedido, contra quien le despide. Hay otra persona en esta historia que incomoda a la cúpula de Podemos:

Mónica Carmona, empleada y responsable de control normativo, que no ha sido despedida, que no ha sido acusada por nadie de acoso y que es quien firma la carta que contamos ayer: una carta a la dirección del partido alertando de que ella misma teme ser despedida por haber descubierto mangoneos varios. La señora Carmona respalda la versión del despedido Calvente y niega que hubiera expediente alguno contra él por acoso.

Podemos tiene que aplicarse ahora la exigencia ética y la transparencia que reclama a otros. Y empezar a responder preguntas.

Las preguntas que se le hicieron anoche a Sofía Castañón, única portavoz que ha salido a decir algo sobre todo esto. ¿No sabe usted quién es Sofía Castañón? Normal, por eso la eligieron a ella para que saliera a hablar con la prensa. Y para que no respondiera a nada.

No sale ninguno de los popes del partido (ni el secretario general, ni la portavoz del grupo, ni la portavoz del partido, ni el secretario de organización) para que no parezca que el asunto es grave. Pero claro, es que el asunto sí que es grave. Tanto si ha habido un acoso como si lo que hay es una operación para exterminar empleados incómodos.

· Si es como lo cuenta la dirección de Podemos, Calvente sería un tipo inmoral que se ha inventado una historia para aparecer como un héroe cuando es un villano.

· Si es como lo cuentan la señora Carmona y el señor Calvente, estamos ante el grosero intento de machacar en público a una persona, denigrarla, para desacreditar su denuncia. Acabar con él por haber metido la nariz donde no debía. Y en ese caso tiene razón el despedido en hablar de procedimientos mafiosos.

Lo primero que urge aclarar es quién es aquí el héroe y quién el villano. Porque si Calvente es un villano, merecido tiene lo que le pase. Pero si el villano es el aparato de Podemos, entonces el villano es Pablo Iglesias, aspirante a vicepresidente del gobierno de España. Y esta vez no hay cloacas del Estado, ni informes policiales adulterados. Esta vez todo sale de dentro de Podemos. Es el abogado que ha representado a Podemos quien dice ahora que ahí una cloaca ahí dentro.

Pablo Iglesias institucional. Sobre Leonor.

Con Sánchez en la Moncloa. Hablando de sus cosas: quién se queda con el Ministerio de Trabajo, cómo va lo de Junqueras, en fin, la tarea que tienen a cuatro manos para ser investidos los dos gracias a Esquerra: la biinvestidura, porque van en el mismo pack.

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