EL MONÓLOGO DE ALSINA

El monólogo de Alsina: El retiro monástico del gobierno de Letta

Les voy a decir una cosa.

Esto de encerrar a sus ministros en un monasterio para que se contagien del espíritu reflexivo ya lo hacíaFraga hace veinte años.

ondacero.es

Madrid | 13.05.2013 20:12

Recluía a sus consejeros a Poio como si fueran frailes de la orden donmanuelense y se reservaba para sí mismo el papel de abad mandón y metemiedo. Los retiros monásticos del gobierno gallego se convirtieron en tradición que ahora recupera en Italia este recién llegado a la primera línea de la política europea que se llama Enrico Letta. En la abadía de Spinetto della Luce, municipio de Sarteano, el nuevo primer ministro italiano ha reunido a sus ministros para que aprendan a tocar juntos una misma partitura. No es fácil porque hay ministros de izquierdas y hay ministros de derechas; él mismo es socialdemócrata,  de los de Bersani, y su viceprimer ministro es conservador, de los de Berlusconi.

Y aunque el objetivo de encerrarse en la abadía es diseñar las primeras medidas que el gobierno llevará al Parlamento (empezando por una nueva ley electoral y siguiendo por la eliminación del IBI de la primera vivienda y exenciones fiscales para empresas)Italia se apunta a la doctrina de bajar impuestos en lugar de seguir subiéndolos), en realidad el primer incendio que se le ha declarado al amigo Letta es, cómo no, Berlusconi:el juicio, que continúa, por el caso Ruby (de Ruby Rompecorazones, el bunga bunga), y la intervención final que hoy hizo la fiscalía y que sitúa a Berlusconi al frente de un sistema de prostitución con todas las letras que integraban, además de él mismo, tres empleados suyos que ejercían de reclutadores de chicas para las fiestas de Villa Certosa, incluidas adolescentes que aún no habían cumplido los dieciocho años.

Juzgado por prostitución de menores quien sigue siendo el líder el principal partido de la derecha italiana y cuyo delfín político, Alfano, es vicepresidente del nuevo gobierno. Anteayer organizó Berlusconi una de esas protestas callejeras contra jueces y fiscales que tanto le reconfortan y allí anunció que va a emprender una gran reforma de la justicia -entiéndase someter a la judicatura al poder político- porque él, lleva años diciéndolo, es una víctima de la persecución implacable de jueces y fiscales comunistas que quieren eliminarle usando para ello a Ruby o a quien convenga. Dices: ¿cómo va a cambiar las normas judiciales si él no gobierna? Éste es el asunto, que sí gobierna. O sí medio gobierna, como poco.

La estabilidad del gobierno Letta depende, claro, de que aguante la asociación entre la izquierda y la derecha. Al aquelarre callejero contra jueces y fiscales se apuntó el sábado el viceprimer ministro, para que nadie dude de dónde están sus prioridades: él está con Berlusconi siempre y sólo coyunturalmente con Enrico Letta, al que rinde cuentas como presidente del gobierno que es pero a quien nunca va a ver como “su jefe”. La versión oficial dice que Letta le reprochó a Alfano que, siendo número dos del gobierno italiano salga a manifestarse contra la judicatura, y la versión oficiosa dice que Alfano le dijo que “vale, vale”. Por sorprendente que resulte, tras la formación del gobierno nuevo, estando en marcha el juicio del caso Ruby y habiendo sido condenado Berlusconi por fraude a Hacienda, su partido es el único que sube en las encuestas. Si hoy se celebraran las elecciones, probablemente las perdería quien ganó las últimas, el centro izquierda, y las ganaría Berlusconi. Ya puede Letta aprovechar su presencia en la abadía de Spinetto della Luce para pedirle a Dios que le ilumine.

Con razón el presidente de aquí, que es Rajoy, presume siempre de su envidiada estabilidad parlamentaria cuando se compara con Italia o con Grecia. Él no tiene problemas para sacar adelante en el Congreso sus medidas de austeridad: lleve lo que lleve al Parlamento, lo saca siempre porque para eso tiene mayoría absoluta. Que vayan de verso suelto (o de Pepito Grillo) los presidentes autonómicos le inquieta porque ellos, en el Congreso, no votan. Mientras resista la disciplina de voto, no hay problema. Claro que aquí al lado, en Portugal, Passos Coelho también tiene mayoría absoluta con su socio el CDS, y eso no evita que sea el Constitucional el que le ande revisando y tumbando algunas de sus medidas y obligándole a rehacer los deberes que tiene que presentar a la troika. Portugal ya va por su séptima evaluación desde que se pactó el rescate.

Ayer anunció el gobierno que ha aprobado el parcial y el dinero, por tanto, seguirá llegando. Aunque el examen lo hace la troika (comisión europea, FMI  Banco Central), en la práctica quien lleva la voz cantante es el eurogrupo, es decir, los gobiernos de la zona euro cuyos ministros de Economía se juntan todos los meses a  examinar cómo van las cosas. España ejerce en esas reuniones el papel de hermano mayor de Portugal, sacando la cara por los vecinos y apoyándoles en todo. A cambio, Passos Coelho elogia, siempre que puede, la determinación reformista de su colega Rajoy y las interesantes iniciativas que promueve en Europa, es decir, la unión bancaria que nos sirva para financiarnos todos a precios similares. A nosotros, a España, también nos siguen examinando: tanto para ver si estamos cumpliendo las condiciones del rescate bancario (la línea de crédito, como prefiere llamarlo el gobierno y, ahora también, Pérez Rubalcaba), como para ver si cumplimos con las exigencias de déficit y de deuda.

Allí está otra vez De Guindos, en Bruselas, persuadiendo a nuestros socios para que no “se cieguen” por la tasa de paro (como diría Floriano), para que no hagan ni puñetero caso al Telegraph (que hace versiones libres de los informes del FMI) y para que nos sigan echando una mano, es decir, aflojando el calendario del déficit y abriendo la mano a esta cosa que se llama estímulos al crecimiento.

Los gobiernos europeos no están descontentos con cómo vamos -después de todo, la terapia la han escogido ellos-, pero como tampoco son ciegos siguen dándose cuenta que aquí tenemos más paro juvenil que en todos los países rescatados juntos. Y ahí es donde ponen el foco: en lo mucho que sigue costando en España crear empleo neto, circunstancia imprescindible para salir del hoyo. Oye, si en este contexto aparece un periódico alemán afirmando que Merkel y Hollande anunciarán a finales de mes un plan de financiación pública para empresas de la zona euro que contraten jóvenes en paro, no le va a hacer ascos el gobierno de España.

El dinero (se habla de 60.000 millones de euros) saldría de donde siempre, de emitir deuda, pero se consideraría inversión, y no gasto. Una especie de rescate de jóvenes parados a través del Banco Europeo de Inversiones, institución a la que ya se refirió Rajoy en el Congreso la semana pasada cuando respondió a Rubalcaba sobre su propuesta de pedir 30.000 millones de préstamo a cuenta del rescate bancario. Lo del rescate no lo veo, vino a decir Rajoy, pero hay otras vías para habilitar dinero para pymes, por ejemplo, el BEI. Cuya vicepresidenta, por cierto, es Magdalena Álvarez.

Algo de esto han hablado también hoy Rajoy y el primer ministro portugués y ambos están de acuerdo en que todo lo que sirva para atajar el desempleo juvenil les parecerá estupendo. España y Portugal, en perfecta sintonía. Apurados los dos, pero en sintonía. Lo que vamos a echar de menos a Portugal en Eurovisión, ¿eh? Como no tienen dinero, este año ni participan. Y si no nos votan los portugueses (que siempre nos daban doce puntos), ya me dirás quién va a votarnos el sábado.