OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "La crisis afloja. Puigdemont enreda"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la crisis política con Marruecos y las declaraciones de Puigdemont apoyando a Marruecos en su reclamo de la soberanía de Ceuta y Melilla.

Carlos Alsina

Madrid | 20.05.2021 08:43

El día que había elegido la Moncloa para el lanzamiento comercial de su último producto promocional: ‘El país de Iván’. La España de 2050. Qué ganas de ver la serie. Y de saber lo que podremos llegar a ser si atendemos al tutorial que hoy presenta el presidente omnipresente Pedro Sánchez, que lo mismo se planta en Ceuta para pararle los pies a Mohamed que se va a Valencia para revindicar a Largo Caballero que se queda en Madrid para darle bombo al tocho prospectivo que le ha preparado su jefe de gabinete. Autor también del teaser del lunes en El País ---como dice Latorre, la convocatoria de prensa más larga jamás escrita--- en el que ya avanzaba el gurú que estamos ante un trabajo científico con aportaciones de una legión de jóvenes investigadores.

Manual de autoayuda para un país con ambiciones. Este gobierno, como usted sabe, está siempre a lo que le diga la ciencia: sobre las mascarillas, sobre los impuestos, sobre la economía y sobre lo que se tercie. La edad de oro de los expertos: la coartada para poder proclamar que siempre se toma la mejor de las decisiones.

"No ha habido gobierno en los últimos cuarenta años que no haya presentado un plan de choque contra el desempleo juvenil"

Ayer, por ejemplo, estuvo el presidente en el Congreso de la UGT ---con la que está liada en Ceuta, es admirable que encuentre tiempo para atender tantas cosas--- y allí anunció un plan de choque contra el paro juvenil. Esto muy rompedor no suena, es verdad. No ha habido gobierno en los últimos cuarenta años que no haya presentado un plan de choque contra el desempleo juvenil. Y contra el desempleo en general. Y un paquete de medidas. Y una reforma integral. Son comodines para darle empaque a lo que, en realidad, se llama gestionar, resolver las más graves averías que arrastra la sociedad española desde hace décadas. O pretender que se resuelven, porque luego llega el gobierno siguiente y resulta que hace falta otro plan de choque. Venga a chocar y a chocar.

En Cataluña sigue habiendo un gobierno liderado por los mismos que proclamaron la independencia; Puigdemont y Junqueras, abrazados a su ficción histórica pese al fracaso que ambos cosecharon

El estreno, hoy, de ‘El país de Iván’ se ha visto emborronado por estos dos episodios que cuestionan la capacidad del gobierno de prever no ya lo que sucederá en las próximas décadas, sino lo que pasará en los próximos diez minutos. En Cataluña empieza a ser investido hoy president el subalterno de Oriol Junqueras, Pere Aragonés. En alianza con Puigdemont y con la CUP, lo más moderado y pragmático de cada casa. Hoy reclamará el investido autodeterminación y amnistía, el raca raca, enterrando todo aquello con lo que fabuló la Moncloa a comienzos de año: la ruptura del bloque indepe, la alianza de izquierdas, el abandono del procés. Igual para 2050 sucede algo de todo eso, pero en 2021 lo que sigue habiendo es un gobierno autonómico liderado por los mismos que hace tres años y medio proclamaron la independencia, Puigdemont y Junqueras, abrazados a su ficción histórica pese al fracaso que ambos cosecharon.

"Puigdemont es de ponerse al lado de todo el que quiera violentar la soberanía nacional española"

Puigdemont ya se sabe que es muy de inventarse la historia. Y de ponerse al lado de todo el que quiera violentar la soberanía nacional española. No sólo la integridad territorial, sino la potestad que sólo corresponde a todos los ciudadanos sobre dónde empieza y dónde termina España. A nadie puede sorprender que el falso exiliado en Waterloo apoye al rey Mohamed y a su gobierno autoritario en la ambición de convertir Ceuta y Melilla en ciudades marroquíes. No africanas, que claro que lo son, sino marroquíes, que es lo que no han sido nunca.

A nadie puede sorprender que el falso exiliado en Waterloo apoye al rey Mohamed y a su gobierno autoritario en la ambición de convertir Ceuta y Melilla en ciudades marroquíes

Puigdemont alienta a Marruecos a reclamar la soberanía. Pero vamos a ver, un independentista como él debería reclamar la autodeterminación de los ceutíes y los melillenses, ¿no? ¿Qué es eso de atribuirle a Mohamed la potestad de anexionarse el territorio que no es suyo? Un independentista como él debería empezar por defender la autodeterminación del Sáhara Occidental, y reprocharle a Mohamed que actúe como si ese territorio fuera suyo (que al final es lo que está en el fondo de esta crisis: el empeño de Marruecos por conseguir que la ONU y la UE se resignen a que el Sáhara sea una provincia más del reino).

En Waterloo practican la autodeterminación según y cómo. Que se autodeterminen Gaza y Cisjordania, por ejemplo, ¿qué le parece al profeta? Ah, no, que en lo que se refiere a Oriente Próximo, él siempre estará con lo que diga Israel. A quien tanto debe.

Éste va a ser el copresidente de la Generalitat de Pere Aragonés. Telegobierno desde la sede del fantasmal Consejo de la República Catalana, o sea, lo de siempre. Y en alianza con la CUP, el socio necesario al que ha mimado Esquerra Republicana. Y cuya diputada en Cortes Mireia Vehí hizo ayer este sesudo análisis sobre la crisis de Ceuta.

"La CUP enviaría pediatras a meterse en el mar a rescatarlos"

A la CUP le parece lamentable todo el que lleve uniforme. Un militar rescatando a un niño colgado de la valla de Ceuta o un militar atendiendo a un niño en la playa de El Tarajal le ha de parecer lamentable necesariamente. La CUP enviaría pediatras a meterse en el mar a rescatarlos. Por su interés, les ofrezco de nuevo este relato del guardia civil que sacó en brazos a un bebé del mar, cogiéndoselo a su madre de la espalda e intentando apartarlo cuanto antes del agua helada.

Se han repetido en Ceuta las escenas de guardias, legionarios, voluntarios de Cruz Roja atendiendo a quienes llegaban en peor situación, salvando esas vidas que al gobierno marroquí sólo le interesan en la medida en que pueda utilizarlas como combustible para avivar fuegos que nada tienen que ver con mejorar la vida de quienes residen en Marruecos.

"La respuesta de Pedro Sánchez ha resultado eficaz para que el gobierno marroquí afloje"

La respuesta del presidente Sánchez el martes, enviando al Ejército a Ceuta, recabando el respaldo de la Unión Europea y plantándose él mismo en la ciudad autónoma ese mismo día ha resultado eficaz al menos para que el gobierno marroquí afloje.

La crisis no ha terminado ---es una crisis crónica--- pero las últimas veinticuatro horas ha habido presencia policial al otro lado de la frontera para evitar el paso multitudinario al otro lado. Cuánto durará la tregua sólo lo saben el primer ministro Otmani y su monarca. A los que habrá reconfortado comprobar cómo en el Parlamento español brillaba por su ausencia el cierre de filas de los grupos políticos con el gobierno ante lo que la mayoría de ellos considera una maniobra clara de desestabilización extranjera.

Pablo Casado, que desaprovechó por la mañana la ocasión de ponerse a disposición del presidente y punto, intentó corregir el tiro por la tarde subrayando que sólo le reclama al gobierno coherencia.

El presidente de Ceuta es del PP y agradeció que el presidente Sánchez se personara en su ciudad y mostrara su determinación a sofocar la crisis por todos los medios. El aplomo que mostró el presidente el martes en su comparecencia en la Moncloa se esfumó ayer en el Parlamento, donde cedió ante el polemista que lleva dentro.

Al menos ayer si mencionó el presidente a Marruecos por su nombre. Perdió la ocasión, interesante, de hacerle esta misma pregunta ---de qué lado están, si con el gobierno o contra el gobierno--- a sus socios parlamentarios preferentes.

Pedro Duque considera "minicrisis" la crisis política con Marruecos

Por cierto, para ser el desafío tan grave, tan inédito, tan inusitado (como dijo el presidente) al ministro de Ciencia, Pedro Duque, no ha debido de parecérselo. Anoche le dijo esto a Juan Ramón Lucas en La Brújula: "Yo tengo muchos años y minicrisis de estas he visto muchas veces. Me imagino que los que tienen casi 60 años, como yo, han visto de esto docenas".

Minicrisis. Docenas como ésta. Lo normal es que se resuelvan. Ya sé que la broma es fácil, pero a veces uno tiene la impresión de que el ministro Duque vive en Marte.