Con permiso del Gobierno le cuento el precio de la electricidad para hoy. Bueno, sin permiso del Gobierno, porque está el Gobierno incómodo con este hábito que hemos adquirido los medios de informar cada día del precio en el mercado mayorista: los megavatios hora. Porque dice que ni en casa se consume un megavatio (la media no llega a trescientos kilovatios) ni el incremento que sufre en el mercado mayorista se traslada en los mismos términos a la factura. Pero bueno, con matices o sin ellos, hoy la electricidad se nos pone en los 135,65 de media. Lo relevante no es tanto el dato diario como la curva, que diría Fernando Simón. Y ahí la tendencia es clara: para arriba, para arriba, para arriba.
Cuidado: el Gobierno está trabajando, eh. Lleva días dándole vueltas a una serie de medidas. Paquete, puede usted llamarlo, que suena más potente. Un paquete de medidas para el precio de la factura, hombre, si no baja por lo menos que no siga empinándose. ¿Qué medidas?, se preguntará usted, que siempre amanece curioso. Y curiosa. Ah, eso aún no se sabe. Las están peinando.
El Gobierno trabaja para enfriar el dichoso precio de la luz y para que nos convenzamos de que las únicas culpables son las eléctricas
Amortiguar. Que, como diría Sánchez (aficionado a la etimología desde que le convencieron de que concordia significa con corazón, Lesmes, desalmado), amortiguar viene de mortiguar, o sea, hacer como si estuviera muerto. Traducido a la política de nuestro tiempo, enfriar el dichoso precio de la luz para que dejemos todos de hablar de ello. Y para que, convenientemente amortiguados, nos convenzamos de que aquí las únicas culpables son las eléctricas que se llevan muerto. Y vacían embalses para darse un baño de dividendos a cuenta de la hidráulica.
"Hablen también de lo bueno, que si no Adriana Lastra les llamará cenizos"
A las nueve nos visitará la vicepresidenta Calviño, segunda en la jerarquía del Gobierno (por debajo de Sánchez, sí, pero ¡por encima de Yolanda Díaz!) y tendremos ocasión de preguntarle. Por los planes del Gobierno en éste y en otros asuntos. Y por los planes de Bruselas sobre los límites de déficit y endeudamiento. ¿Se acuerda usted de aquello del pacto fiscal, los objetivos de déficit, la obligación de los gobiernos de ir equilibrando las cuentas? Se suspendió con motivo de la pandemia, y suspendido sigue: ahora el debate es si hay que ir volviendo ya a las reglas fiscales o nos damos todos más tiempo. Con la zona euro creciendo a un ritmo muy sólido y con España, en cabeza. Bien es verdad que veníamos de un hundimiento más agudo, pero el 3% del segundo trimestre hace posible superar a final de año el 6%. No todo es negativo. Hablen también de lo bueno, que si no Adriana Lastra les llamará cenizos.
"Cosas que no cambian: lo del Consejo del Poder Judicial"
Cosas que no cambian: lo del Consejo del Poder Judicial. Sí, ya voy, ministra portavoz, ya voy. Lo de los vocales del Consejo del Poder Judicial, que no van a ser relevados, o sea, que pueden irse haciendo a la idea de que se comerán las uvas de 2023, y se les atragantarán, en el mismo sillón que hoy ocupan (¡que dimitan todos!, sugiere el PSOE, si tan incómodos están, que se vayan; pues no parece) y que esto último que ha planteado el señor Casado (Pablo SoloSi Casado: yo pacto sólo si no hay nombres de Podemos, sólo si pactamos el Constitucional, sólo si me firmas en un papel que cambiaremos la ley orgánica), esto último que ha planteado de que Sánchez se comprometa a que los jueces elijan ellos solos a doce de los veinte vocales...
Sánchez ya trata a Casado como si fuera José Luis Ábalos, ninguneándolo
Eso es, que al Gobierno le parece una nueva excusa para que los vocales sigan siendo los que son. Sánchez sólo se compromete a que este año paguemos la luz al precio de 2018, el más caro de los últimos siete años: con un compromiso para lo que queda de año le basta. Y por eso el presidente no sólo ni piensa citar a Casado en la Moncloa, es que no piensa ni llamarle por teléfono. ¡Ni por teléfono! Ya trata a Casado como si fuera José Luis Ábalos. Ninguneándolo. No les llama, eso digo. Con lo que nosotros hemos sido, Pedro.
Perseverante, ayer, la portavoz del Gobierno, ministra Isabel Rodríguez. Antes echábamos la cuenta de las veces que dijo excusas y nos salían cinco en quince segundos. Cuente.
En el Gobierno se tiene la impresión de que, en este asunto, la opinión pública culpa más a Casado que a Sánchez. Bien es verdad que a la opinión pública tampoco es éste un tema que le subleve. Si no hay manifestaciones contra el precio de electricidad, promoviéndolas el partido gubernamental Podemos, menos va a haber manifestaciones contra el bloqueo del Consejo del Poder Judicial. Nadie imagina a decenas de miles de personas recorriendo la Castellana, o la Diagonal, o la plaza de María Pita exigiendo que se pacte una nueva lista de vocales ya.
Y ahora que que el Consejo del Poder Judicial no puede hacer nombramientos tampoco parece que al Gobierno le incomode tanto. Así que como les dijo el rey Felipe a dirigentes del PSOE y del PP en un corrillo el lunes, Lesmes os ha leído la cartilla a todos, sí.Pero podría haber añadido el Monarca: con el mismo efecto que tienen en vosotros mis discursos, que viene siendo ninguno.