OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Felicidades a los recolocados"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las recolocaciones de nuevos nombres al frente de organismos públicos que ha hecho Pedro Sánchez para la nueva legislatura, como el nombramiento de Miguel Ángel Oliver como nuevo presidente de la Agencia EFE.

Carlos Alsina

Madrid | 07.12.2023 08:50

Uno de esos pocos días del año que es entrefiestas. Festivo por delante, festivo por detrás. Y con fin de semana, luego, de propina. Si es usted de los afortunados que tienen puente, que lo disfrute. Tanto hablar de la semana de cuatro días y ésta, para usted, ha sido de dos. Trabajó el lunes y el martes y el miércoles-jueves-viernes-sábado-domingo descansó.

Hubo una época, no muy lejana, en que los partidos políticos debatían si había que erradicar los puentes de la cultura laboral española. Claro que también hubo un tiempo en que Pablo Iglesias parecía que iba a desbancar al PSOE. Los tiempos cambian.

Nunca se le ha reconocido lo bastante a Teresa Rodríguez el pronóstico que hizo: si Podemos entra en el gobierno, acabará en las raspas. Así ha sido. Claro que tampoco la izquierda andaluza está para tirar cohetes. Hubo un tiempo en que parecía imposible que el PP llegara a tener nunca allí mayoría absoluta.

Bueno, vayamos a los asuntos del día.

Nadia Calviño, favorita para presidir el Banco Europeo de Inversiones

Si yo le pregunto qué opinión tiene usted de Werner Hoyer lo más probable es que no tiene la menor idea de quién es Werner Hoyer. Por Ambroise Fayolle tampoco le viene nada. ¿Gelsomina Viglioti? Agua. No se apure, no es el examen Pisa para adultos sobre conocimiento de las instituciones europeas. Sólo es la prueba de que en España es difícil encontrar más de cien personas capaces de explicar qué diablos es el Banco Europeo de Inversiones.

Si quitamos a los periodistas económicos y a las empresas agraciadas con algún crédito, nos quedan Nadia Calviño y Pedro Sánchez. Ojo, no significa que este Banco no sea una institución relevante -banca pública propiedad de los estados que formamos la Unión Europea-, significa que de no ser porque Nadia Calviño es favorita para presidirlo a partir de enero yo mismo no estaría diciendo hoy una palabra sobre quién lo preside o lo deja de presidir. (Werner Hoyer es el presidente que hay ahora, Gelsomina Viglioti es una de las tropecientas vicepresidentas. Magdalena Álvarez lo fue una vez, recolocada allí por Zapatero).

¿Es más importante presidir el BEI que vicepresidir el gobierno de España? Irá en gustos, supongo

El caso es que mañana el gobierno español confía en cantar victoria haciéndose con la presidencia de este Banco en la persona de Nadia Calviño. ¿Es más importante presidir el BEI que vicepresidir el gobierno de España? Irá en gustos, supongo. Pero para Calviño debe de suponer un aliciente profesional porque está deseando cambiar de aires.

Que los demás gobiernos europeos le reconozcan sus méritos -incluidos los gobiernos de derechas, que en Europa, sorpresa, también los hay- seguro que reconforta. Caso de ser elegida perderá de vista a Yolanda Díaz, que eso igual es también un aliciente -recíproco, entiéndame- y tendrá que dejar de dar mítines cada día contra el PP -que es una obligación que Sánchez ha impuesto a sus ministros y éstos han abrazado con entusiasmo-.

Ya en campaña Sánchez cambió el tándem con Calviño por el tándem con Yolanda

A ver si hoy Francia termina de revelar con quién va, a ver si -como se espera- es Calviño y, oye, que sea para bien. Se romperá el tándem que, como se nos dijo en campaña, era la garantía de continuidad del progreso económico los siguientes cuatro años pero ya encontrará el presidente quien releve a Calviño (aspirantes no le faltan). Y, en realidad, ya en campaña cambió el tándem con Calviño por el tándem con Yolanda. Que mañana también confía en celebrar la promoción profesional de Calviño a un despacho a mil setecientos kilómetros de distancia.

Miguel Ángel Oliver, nuevo presidente de la Agencia EFE

A vueltas con las recolocaciones, no se me olvide desear buen desempeño al nuevo presidente de la Agencia EFE, empresa pública de difusión de información, no confundir nunca con la propaganda. El gobierno ha relevado a Gabriela Cañas y ha sentado en la presidencia a Miguel Ángel Oliver, sesenta años recién cumplidos, larga trayectoria periodística en la radio y la televisión privada y luego tres años en la Moncloa, apartado por tanto del periodismo para hacer política, que es lo que se hace en la Moncloa.

Currículum le sobra a Oliver para hacer un buen trabajo, por más que la presidencia de la empresa pública tenga más que ver con la gestión empresarial que con la actividad informativa. Currículum le sobra por todo lo que hizo antes de llegar a la Moncloa; su paso por la política es -o debería ser- a estos efectos lo menos relevante.

Sería injusto interpretar que Sánchez lo ha aupado a la presidencia de EFE por haber sido uno de los hombres (casi todos hombres) del presidente

Sería injusto, por ello, interpretar que Sánchez lo ha aupado a la presidencia de EFE por haber sido uno de los hombres (casi todos hombres) del presidente. Sé que hay gente que lo ve así (a ver, es comprensible). No por él, sino por la forma de conducirse de Sánchez: hizo fiscal general del Estado a una ministra suya, hizo magistrado del Constitucional a un ministro suyo, presidenta del Consejo de Estado a otra ministra, presidente de Correos a uno al que no quiso hacer ministro, presidente del CIS al sociólogo más pedrista que ha habido en la historia de la sociología.

Donde hay patrón, el marinero acostumbra a bajar la cabeza

Digamos que hay un patrón. Y que donde hay patrón, el marinero acostumbra a bajar la cabeza. Pero sería injusto prejuzgar el desempeño de un profesional recién llegado a un cargo. Con la presidencia de EFE ocurre como con otros cargos: te escoge el gobierno, sí, pero una vez escogido tú eres todo lo independiente que quieras. Lo peor que te puede pasar es que te cite el secretario de Estado en una cafetería para comunicarte que estás fuera. Enhorabuena y suerte.

Tiene en su mano Armengol reclamar al Parlamento la renovación del CGPJ

Suerte también a Francina Armengol, presidenta del Congreso (que ayer recordó que el Senado también existe, aunque esté pendiente hacer de ella una cámara de verdadera representación territorial, lo que quiera que sea eso) y en cuyo discurso de ayer celebró la Constitución y llamó a cumplir todos y cada uno de sus preceptos. ¡Así se habla, presidenta!

Fíjese, presidenta, que la derecha ha interpretado que estaba usted barriendo otra vez para casa, para casa Ferraz, sugiriendo que el PP no acata el precepto que le obliga a renovar el C-G-P-J cada cinco años. Pero yo estoy seguro de que el reproche se lo estaba haciendo usted a sí misma. Porque usted mejor que nadie sabe, ahora que preside el Congreso, que quien tiene la obligación de renovar el Consejo es quien elige a los vocales, diez el Senado, diez el Congreso.

Tiene en su mano Armengol asumir la tarea que le corresponde a ella en lugar de esperar a que Sánchez se cite con Feijóo para proceder al pasteleo

Y también sabrá, porque se habrá estudiado a fondo el tema, que al Congreso llegó hace cinco años la lista de candidatos a vocales que aporta la propia judicatura tras sus votaciones internas. Cincuenta y un nombres de entre los que hay que elegir a doce. Predicar está bien, pero aún mejor es dar ejemplo.

Tiene en su mano Francina Armengol reclamar para el Parlamento la renovación de la que el gobierno y el PP se han apropiado. Tiene en su mano Armengol asumir la tarea que le corresponde a ella en lugar de esperar a que Sánchez se cite con Feijóo para proceder al pasteleo.

Un reproche por cuestionar la legitimidad de la Constitución a los ausentes

Como tiene en su mano, si le puede la tentación de introducir en sus discursos mensajes críticos hacia otros partidos, llamar la atención alguna vez a los grupos parlamentarios que reiteradamente, reincidentemente, sabotean la actividad del propio Parlamento boicoteando jornadas como la de ayer, o como la apertura de la legislatura, o como la jura de Leonor.

Ya sé que son los grupos que la hicieron a ella presidenta, pero si alguien merece un reproche por cuestionar la legitimidad no del gobierno, sino de la Constitución que garantiza un Parlamento libre, son los que ayer se ausentaron: los nacionalistas, los independentistas y los de Vox.