OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Matar a un hombre"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el atentado ocurrido en Algeciras donde un individuo de nacionalidad marroquí ha matado a un sacristán y ha herido de gravedad a un cura de dos iglesias.

Carlos Alsina

Madrid | 26.01.2023 08:53

Doce horas después de que en la plaza Alta de Algeciras un individuo de veintiséis años atacara con un machete y matara al sacristán de la iglesia de La Palma después de haber herido a un sacerdote en otra iglesia y antes de diirgirse a una tercera parroquia con intención de agredir a quien allí se encontrara.

Atentado yihadista en Algeciras

Testigos lograron captar la imagen de este individuo, veintiséis años, nacionalidad marroquí, de nombre Yassin Kanza, cuando cruzaba la plaza, vestido con chilaba, y armado con un machete de gran tamaño. Esta nota de voz se la envió a una amiga una vecina que presenció lo ocurrido.

El individuo en cuestión, ya detenido, empezó su recorrido criminal en la iglesia de San Isidro, encarándose con algunos fieles y voceando en favor del Islam. Allí hirió de gravedad al cura y de allí se fue para la otra iglesia cercana, la de Nuestra Señora de la Palma. El hombre asesinado era sacristán en esta parroquia.

La primera noticia de este suceso, que se investiga como acto terrorista, de terrorismo yihadista, la ofreció a los oyentes de nuestra cadena y a los espectadores de Antena 3 Alberto Espinosa, de nuestra emisora en Algeciras.

Hay temas en los que al Gobierno le gusta presumir

Hay temas y temas. En unos gusta el Gobierno de presumir de llevar la iniciativa y en otros gusta de ir al rebufo. La energía, por ejemplo, el tope al gas, lo impuestos a las energéticas, ahí saca pecho el Ejecutivo porque lidera el debate europeo. Si hasta se lo dijo a Sánchez el noruego favorito de la Moncloa, este señor que organiza el Foro de Davos y que es el nuevo oráculo para el sanchismo. Recuérdelo usted, ministro.

Eso es. Cómo, cómo. Cómo se las apaña usted para ser siempre pionero, para estar siempre en cabeza, prime minister Sánchez.

En otras cuestiones preferimos el calor del pelotón. Ucrania, por ejemplo. Lo de los tanques.

Con más nitidez o con menos matices, que a veces, en la distancia -mil trescientos kilómetros de aquí a Davos- se pierden los detalles. Pero es verdad, en algunas cuestiones presume el Gobierno de ir por delante de los demás gobiernos europeos. Ahora, hay otras en las preferimos el calor del pelotón.Ucrania, por ejemplo. Lo de los tanques. Ahí el director de equipo prefiere ir de gregario. Que sean otros los que tomen las decisiones. Y ya, cuando estén tomadas, nos adherimos de una forma discreta.

Se ha pasado semanas el Gobierno eludiendo responder a la pregunta de si era partidario, o no, de enviar a las fuerzas armadas ucranianas tanques de las fuerzas armadas españolas. Lo primero que dijo, allá por el mes de agosto, es que los Leopard que están almacenados en Zaragoza no eran viables porque están en un estado lamentable. O sea, que no. No le sonaba bien al Gobierno lo de entregar vehículos pesados.

Se animó nuestro Gobierno, tímidamente, a decir que nosotros también

Luego fue matizando, en vista de que los Estados Unidos, y algunos gobiernos OTAN, reclamaban un paso más en la provisión de armamento a los ucranianos. Estas dos últimas semanas el Gobierno, arrastrando los pies, se acogió al burladero del vamos a esperar a que haya posición común europea para evitar mojarse.

Y sólo ayer, cuando Alemania dio el paso y abrió camino, se animó nuestro Gobierno, tímidamente, a decir que nosotros también. Aún no sabemos cuánto. Ni cómo. Ni de dónde.

Hay temas en los que no queremos ser líderes de ningún debate.

En España, al contrario que en Alemania, hubo una declaración mañanera de Bolaños

Miren lo que sucedió ayer. En Alemania, con toda la solemnidad que un paso como éste merece, se personó el primer ministro Scholz en el Parlamento para exponer las razones de este cambio de criterio y concretar de qué material se trata.

En España, y en ausencia de comunicación oficial del presidente -que estuvo ayer ocupado en recepciones de embajadores y partidas de ajedrez-, lo que hubo fue una declaración mañanera de un ministro que no es ni de Defensa ni de Exteriores, el omnipresente Félix Bolaños, vicepresidente a todos los efectos (y cuando digo todos, digo todos).

Sale el ministro de Presidencia a informar de que más tarde saldrá ella, la ministra de Defensa. Qué cosas tan raras suceden a veces. Normalmente es la ministra de Defensa la que anuncia ella misma sus comparecencias. Y entonces se aparece la ministra, no en una comparecencia ante la prensa sino ante un micrófono enviado por la Agencia Efe, y no da ni detalles concretos ni detalles técnicos ni ninguna clase de detalles. Todo lo que dice es que ya se verá lo que se hace.

No hay nada hecho, ni decidido, ni hablado

O sea, que no tenemos nada hecho. Ni decidido. Ni hablado, por tanto, en el seno del Gobierno. Para ser una cuestión tan tremendamente relevante, no se le ve al Gobierno ni con prisa ni con ganas. Porque entonces, ministra, ¿tenemos Leopard disponibles para entregar a los ucranianos o no?

La parte morada del Gobierno en oposición total al envío de armas a Ucrania

Unos sin puesta punto, otros directamente inservibles. Lo dicho: muchas ganas no parece que haya de significarnos en esto de los tanques. Al menos, en una parte del Gobierno. Desde luego no tiene deseo alguno, no ya de significarse sino de enviar un solo tanque ni una sola ametralladora a Ucrania, en el sector morado del Gobierno.

No tiene deseo alguno, no ya de significarse sino de enviar un solo tanque ni una sola ametralladora a Ucrania, el sector morado del Gobierno

Ione Belarra invoca a los expertos para advertir de que los Leopard provocarían una respuesta muy peligrosa de Rusia.

Muy peligrosa. Entiéndase aún más peligrosa que todo lo que Rusia viene haciendo desde hace once meses. Tenemos, por tanto, a la parte morada del Gobierno en oposición total al envío de armas a Ucrania; tenemos a la parte socialista en una posición tibia, sin ardor, y con matices entre ministros (matices, rivalidades y recelos); y tenemos a Yolanda Díaz, que huye del tema Ucrania como si le quemara las manos y despacha una pregunta directa, ¿a favor o en contra de enviar tanques?, con una mera descripción de cosas sabidas.

En efecto, es un salto cualitativo; y en efecto, como salto que es preocupa. ¿Pero usted está a favor o en contra? Qué menos que una respuesta directa de quien aspira a ser algún día la primera presidenta del Gobierno de España.