OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Gatillazo gubernamental"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la equivocada estrategia del Gobierno al elegir el ataque personal, los insultos y el tono de desdén contra la Junta de Andalucía en la polémica sobre Doñana, lo que ha utilizado Juanma Moreno para defender a su autonomía frente a la injerencia centralista.

Carlos Alsina

Madrid | 14.04.2023 08:42

Y lo estamos haciendo en Higueruela, provincia de Albacete, tierra de cereal, tierra de vid, tierra de viento y de molinos y de energía eólica. Aquí se alza la madre de todos los parques eólicos, el mayor de Europa, gentileza de Iberdrola. Va para veinticinco años ya que los cerros que rodean Higueruela empezaron a poblarse con aerogeneradores, las molinetas. O sea, que hay adolescentes, o jóvenes, que nacieron cuando ya Higueruela había entrado en el siglo XXI.

Hoy tiene el premio al pueblo español que mejor ha conciliado (maridado dirían los gastrónomos) la energía y el desarrollo rural. Que a eso hemos venido hoy, a ser testigos, y a hacer testigos a nuestros oyentes, del cambio que ha experimentado la forma de consumir y producir energía en nuestro país. Y el cambio, para bien, que ha traído a localidades como ésta. El avance de las energías limpias, que ha sido posible (sigue siéndolo) gracias a compañías como Iberdrola.

Y hablaremos de otras cosas. Del camino de Santiago, por ejemplo, porque aquí hay albergue para peregrinos, los valientes que hacen el camino de Levante. De la laguna de Salobra-lejo, y del vino. Y de los dulces típicos de aquí. Hay costumbres que sólo existen en Higueruela. Por ejemplo, que para ser alcaldesa haya que saber tocar el saxofón. Y seguir yendo al colegio. Como maestra, no como alumna. Como maestra examina a los estudiantes y como alcaldesa se examina ella el último domingo de mayo. El examen de fin de curso: a ver qué nota le ponen los vecinos, si quieren que siga o prueban con otro.

El PSOE organiza un acto al que no acudirán casi ninguno de los barones

El lunes estuvimos hablando en el programa con García-Page, presidente autonómico de esta tierra. Que con Sánchez ya sabemos que se entiende poco. Le dije: se parece usted a Sánchez en una cosa. Y me paró enseguida: sí, en mi segundo apellido, que es Sánchez. Dice: hasta ahí. No me quiero parecer ya más. Que igual yo iba a decirle se parece usted en lo alto. Y lo guapo. Y lo bien que habla inglés. Pero nada. Ni sugerírselo.

Mañana tiene organizado un acto el PSOE en Valenciapara hacer piña ante las elecciones y Page no va. Bueno, no va casi ninguno de los barones. Dicen en el partido: no, es que es un acto municipal, de candidatos a alcaldes. Ya, pero va Zapatero, que tampoco se presenta. Creo que no se presenta. En la política española, nunca se sabe. Se nos ocurrió decir aquí de broma que igual se presentaba Jorge Javier y medio Madrid lo dio por hecho.

Los fines de semana es cuando los políticos se ponen en modo dar caña

Seis fines de semana quedan para las elecciones de mayo. Y los fines de semana es cuando los políticos se ponen en modo dar caña. Los más veteranos os acordaréis de lo que le gritaban en los mítines a Alfonso Guerra: ¡dales caña, Alfonso, dales caña! Y él se resistía, ¿verdad?, pero chico, si el público te lo pide…

"Terrorismo medioambiental" en Doñana

Hay algunos a los que tampoco hay que pedírselo porque les sale solo. Mira lo que dijo ayer Gómez de Celis, que es socialista, con cargo en la dirección, y vicepresidente del Congreso, nada menos. Sobre lo que ha aprobado el Parlamento andaluz sobre los regadíos en el entorno de Doñana.

Terrorismo medioambiental. Tenemos al vicepresidente del Congreso de los Diputados acusando de practicar el terrorismo a setenta y dos diputados del Parlamento de Andalucía. Dices: hombre, vale que estamos en campaña electoral pero frena un poco.

Acusas de terrorismo a dos tercios del Parlamento andaluz mientras presumes de lo bien que te llevas con Arnaldo Otegi

Terrorismo es una palabra que precisamente por la historia reciente de España, y lo mucho que tuvimos que sufrirla todos, no conviene banalizar. Acusas de terrorismo a dos tercios del Parlamento andaluz mientras presumes de lo bien que te llevas con Arnaldo Otegi, entiéndeme.

Mide, Alfonso, mide. Que luego sale Sánchez a presumir de que él no insulta. Antes la vicepresidenta Ribera había llamado arrogante señorito a Juanma Moreno. Que esto del señorito andaluz es un clásico, un poco pasado ya de moda, yo creo, pero clásico.

En el PSOE saben que se equivocó Ribera

En el PSOE saben de sobra que patinó la vicepresidenta con lo del señorito y con referirse a Andalucía como ‘esa pequeña esquinita’, otra cosa es que en público no quieran reconocerlo. Porque el ataque personal, y el tono de desdén, desenfoca el fondo del asunto, que es donde el gobierno central tiene más fácil argumentar su postura. Y porque se lo pone en bandeja al adversario, al señorito, para responder aludiendo a la tutela que el gobierno central pretende ejercer sobre la autonomía andaluza.

El ataque personal, y el tono de desdén, desenfoca el fondo del asunto, que es donde el gobierno central tiene más fácil argumentar su postura

En la Castellana es donde está la sede del ministerio de Transición Ecológica. Y nada ayuda más a un presidente autonómico envuelto en una decisión polémica (por ejemplo, ésta de Doñana) que poder enarbolar la bandera de la defensa de su autonomía frente a la injerencia centralista del Gobierno de España.

Por eso es llamativo también que el PSOE, que tanto hizo bandera de esa autonomía con Susana y con Chaves, esté exigiendo ahora, ¡exigiendo!, a Feijóo que meta en vereda al presidente de la Junta. Hombre, siempre tiene en su mano Pedro Sánchez aplicarle el 155 a Andalucía en defensa del interés general de España. Está endureciendo tanto su discurso que vendría a ser la consecuencia lógica. Eso, o enviar a la Unidad Antiterrorista de la Guardia Civil a la sede del Parlamento Andaluz a desarticular comandos.

Rafael del Pino 1 - Pedro Sánchez 0

Qué le vamos a hacer, los accionistas no se han dejado ayudar. Ellos sabrán. El Gobierno puso todo lo que estaba en su mano, y con su mejor voluntad, para que no tuvieran que pagar más impuestos, pero ellos han elegido desoír los sabios consejos de Calviño, de María Jesús Montero, de Ione Belarra.

La Junta General de Accionistas de Ferrovial aprobó la mudanza de su sede a los Países Bajos. Rafael del Pino, 1-Pedro Sánchez, 0. O más bien, 9-1, porque la dirección de la compañía ganó por goleada: 93% del capital a favor del traslado. Y a favor, por tanto, de todo esto que dijo el presidente de Ferrovial en su discurso y que era un recado tras otro al presidente del Gobierno que no le coge el teléfono.

La operación de presión ejecutada por el Gobierno para doblarle el pulso a los ejecutivos de una empresa privada ha fracasado

Resumen: nada de lo que dice el Gobierno sobre mi compañía es cierto y estos señores accionistas estaban ya informados de todo sin necesidad de que viniera el ministerio de Economía a abrirles los ojos.

Ahora ya no cabe decir -no podrá seguir diciendo el gobierno- que el traslado es un empeño personal de Del Pino para pagar él menos impuestos. Con la votación de ayer, son la abrumadora mayoría de los accionistas los que hacen suya la decisión de mover la sede social a Amsterdam. Y tampoco podrá alegar el Gobierno que el objetivo de todos ellos es eludir impuestos porque resulta que es el propio Gobierno el que ha redoblado la maquinaria esta semana para advertir del castigo fiscal que pueden sufrir al consumar esta operación.

Sánchez no es de los que encaja las derrotas y a otra cosa. Es de los que no olvidan las afrentas. Continuará

Fíjese cómo ha sido la historia: la ministra de Hacienda avisando a los accionistas de una empresa privada de que igual la Agencia Tributaria les niega ventajas fiscales porque no ve la operación bien justificada. Eh, no lo hagáis que os va a salir caro. Dices: pues si les sale caro y acaban pagando más, mejor para la Agencia Tributaria, ¿no? La ministra que vele por el interés del resto de los contribuyentes, no de los accionistas. Es un poco el mundo al revés. Pero sólo en apariencia.

Aquí lo que de momento ha pasado es que una formidable operación de presión ejecutada por el Gobierno para doblarle el pulso a los ejecutivos de una empresa privada ha fracasado.

Del Pino, si quiere, puede cantar victoria. Pero Sánchez no es de los que encaja las derrotas y a otra cosa. Es de los que no olvidan las afrentas. Continuará.