Opinión

Monólogo de Alsina: "Y ahora, a cambiar ministros"

Carlos Alsina analiza en su monólogo de Más de uno la "purga" de Ministerios que va a realizar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, reflexiona sobre el aumento de casos de coronavirus y el avance de la vacunación.

Carlos Alsina

Madrid | 05.07.2021 09:02 (Publicado 05.07.2021 08:31)

Y la próxima página en el calendario de tareas que se ha preparado a sí mismo el Presidente del Gobierno se llama baile de sillones. La crisis. Quién sale, quién entra, quién sigue siendo vicepresidenta, quién cae y cómo quedan los Ministerios: si hay reducción de carteras, como se dice, y si alguno de los Ministerios que hubo que inventarse para cubrir la cuota de Podemos dejan de tener vida propia y vuelven a ser secretarías de Estado.

"Tres hombres para ocuparse de lo que antes hacía una mujer"

Acuérdese de la fotografía aquella del traspaso de carteras de 2020: la ministra Carcedo, reivindicada ahora por su empeño en sacar adelante la ley de eutanasia, siendo heredada por tres señores: Iglesias, Garzón y Salvador Illa. Tres hombres para ocuparse de lo que antes hacía una mujer. Y dos de esos hombres, por cierto, visto y no visto como ministros. Apenas un año duraron. Iglesias anda desaparecido y e Illa anda intentando que no se le olvide. Líder de la oposición al enésimo gobierno independentista y buscando el cuerpo a cuerpo con Pere Aragonés, a quien el cuerpo le pide ocuparse sólo de Sánchez.

"El Presidente tiene hueco para consumar la purga"

Una vez que Sánchez indultó a Junqueras y recibió a Aragonés, lo siguiente en el planning que filtró la Moncloa era reunir la famosa mesa de negociación antes de vacaciones. Pero ahora que la han dejado para finales de septiembre ---porque tampoco debe de urgir tanto empezar con la liturgia--- el Presidente tiene hueco para consumar la purga. Ministros defenestrados, si uno junta todas las quinielas, vienen a ser todos. Y todas. Y todes, porque el único que se salva seguro es Pedro Sánchez. O Sánchez y su vicepresidente primero, que es Redondo. Por debajo de ellos dos, hay quien da por amortizada a Carmen Calvo y quien sostiene que es imposible que Pedro prescinda de ella. Los favoritos para despeñarse son González Laya, Darias, Marlaska, Garzón y Escrivá. Suena como dudosa Margarita Robles. Y se dice que pasaría a Defensa José Luis Ábalos, que hasta hoy se desempeña como sargento en el Partido Socialista, capataz de la organización que celebró este fin de semana comité federal. La plana mayor de los dirigentes del PSOE constituidos en clá del secretario general.

En otros tiempos el líder daba cuenta de su gestión y se sometía al examen de sus congéneres. Ahora va y les suelta un mítin. Para que ellos, disciplinadamente, se lo aplaudan.

El mes de julio se nos va poniendo cuesta arriba en lo que hace a los contagios. Desde hace doce días la tendencia es creciente, y más acusada según vamos avanzando en el calendario. Las vacaciones de los estudiantes, el aumento de los contactos, el ocio, las fiestas populares complican la tarea de mantener la incidencia acumulada a raya. El lendakari Urkullu ha sido el primer presidente autonómico en manifestar su temor a que esto derive en una vuelta atrás como la del verano pasado. Admite que la gran diferencia entre entones y hoy es la vacunación (dieciocho millones de españoles vacunados ya del todo) pero recomienda reducir al mínimo las interacciones sociales.

"La idea que a Revilla le parece tan novedosa se está aplicando ya en Baleares y en Cataluña"

¿Qué dicen los datos? Pues que la incidencia de los últimos catorce días va, en efecto, a peor. El viernes pasado fue de 152 casos por cien mil, escenario de riesgo alto. Y ésa es la media nacional. Entre los veinteañeros el número se eleva a casi quinientos por cien mil. Y en dos comunidades autónomas supera los mil: son Cataluña, la que peor situación registra, y Cantabria, muy por encima de la media nacional desde hace una semana. Miguel Ángel Revilla, que aparte de tertuliano es presidente de comunidad autónoma, le dijo ayer a Cristina Pardo que a él se le ha ocurrido una cosa.

Esta idea que a Revilla le parece tan novedosa se está aplicando ya en Baleares y en Cataluña. Empezó la semana pasada precisamente ante el aumento de los contagios entre veinteañeros, no sólo los de los viajes de fin de curso a Mallorca. Es curioso que Revilla diga que esta decisión no le corresponde a los políticos cuando son la ministra de Sanidad y los consejeros autonómicos, todos ellos cargos políticos, quienes deciden, en última instancia, el calendario y las prioridades de vacunación.

En Estados Unidos ya pasó el cuatro de julio, fiesta nacional y fecha que se había marcado el presidente Biden para tener al setenta por ciento de la población vacunada, eso que Sánchez aquí llamaba la inmunidad de grupo y sobre lo que estuvo haciéndonos la cuenta atrás hasta que dejó de hacerla. No ha alcanzado el gobierno de los Estados Unidos el objetivo que se había marcado. Con la pauta completa está el 47% de la población. Con alguna dosis el porcentaje asciende al 67% de los mayores de edad. Y a juzgar por el discurso que está haciendo Biden, el problema para llegar a la inmunidad de grupo no es la velocidad en la vacunación, sino el elevado porcentaje de ciudadanos que no se ha vacunado porque no ha querido. Y que sigue sin querer, a la luz de las encuestas. Tres de cada cuatro no vacunados ve muy poco probable cambiar de opinión y vacunarse. El Presidente les achaca ahora poner en peligro a los demás.

No hay riesgo de volver a pasar por nada parecido a lo que hemos dejado atrás, pero sí de que la variante Delta lo complique todo y se sigan perdiendo vidas. Uno de cada cuatro nuevos contagios en Estados Unidos se atribuye ya a la variante india. En Europa la previsión es que sea la variedad predominante a mediados del mes de agosto.