Ayer estuve dando una vuelta por Wall Street. Ya no es fácil encontrar un inversor o un broker a simple vista ahora que ya no se estilan ni trajes ni maletines. Se los reconoce por lo rápido que andan. Ninguno más rápido que James, un antiguo broker ya jubilado, que presume de haber estado el suficiente tiempo trabajando en Wall Street para haber sido despedido de todos los edificios que alcanzan a verse de la Bolsa hasta el Hudson. Recordaba con nostalgia los caóticos años 70, cuando todo se hacía por teléfono y a gritos, o en ordenadores de pantalla verde y trabajaban 60 horas a la semana convencidos de que se harían ricos.
Últimamente en Wall Street ha cambiado otra cosa: ahora se habla mucho de política. Antes solo de números. Ahora los inversores no le quitan el ojo al jaleo internacional. Fragmentación geopolítica, lo llama BlackRock, que queda más fino. Y lo considera una de las tendencias de cambio más importantes en los mercados junto a las tecnologías y el cambio climático. Riesgos geopolíticos siempre ha habido, la novedad es que ahora vienen de las democracias tradicionales.
En Wall Street siempre había matemáticos ayudando a interpretar tendencias. Ahora buscan analistas políticos. No solo expertos en Rusia, Oriente Medio o China. El nuevo foco de inestabilidad política que inquieta los mercados no son países en desarrollo, es Europa. Bueno, y Estados Unidos.
Normal que los americanos se estén haciendo un lío con la política europea si hasta tenemos países cambiándose los papeles. Mira Francia y Reino Unido. Hasta hace unas semanas, Reino Unido era el país inestable, sobreviviendo al Brexit, incapaz de sacar reformas adelante. Y Francia el país centrista, con liderazgo fuerte y visión para Europa. Y, de pronto, Francia se ha convertido en Gran Bretaña y Gran Bretaña en Francia.
James decía que en los 80 Nueva York era un caos, pero lo echa de menos. No sé si en 40 años diremos lo mismo de estos años, pero qué entretenidos nos están quedando.
¿Moraleja?
En Wall Street, las inversiones andan pendientes de tantas elecciones.