LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller, tras las palabras de Ossorio: "Hay tragedias que no tienen solución, pero sus víctimas merecen una explicación"

Marta García Aller realiza una crítica a Enrique Ossorio, vicepresidente madrileño, tras manifestar lo innecesario que es investigar las muertes en residencias de mayores en Madrid pues los familiares de las víctimas ya lo han superado.

Marta García Aller

Madrid | 06.10.2022 07:24

Ahora que empezamos a olvidarnos del Covid, que han vuelto los dos besos al saludo y la mascarilla va enrebujada de cualquier manera en el fondo del bolso (y a veces ni eso), la metedura de pata lamentable del vicepresidente de la Comunidad de Madrid nos ha recordado que hay mucha gente que no va a poder olvidarse nunca de la pandemia. Los que perdieron a un ser querido y lo perdieron para siempre.

Enrique Ossorio, el número dos de Ayuso, ha negado que haga falta una comisión de estudio de lo sucedido en las residencias de ancianos durante el Covid. No cree que a estas alturas haga falta aclarar qué pasó para que 7.291 personas fallecieran en residencias de Madrid. Hasta ahí no es muy novedoso el asunto, porque son muchos los gobiernos autonómicos, también el central, los que se están escaqueando de investigar qué decisiones políticas se tomaron durante lo peor de la panademia y qué consecuencias tuvieron sus aciertos y errores.

Lo novedoso del señor Ossorio es que no solo ha hablado de la negativa de su Gobierno a investigar. No solo da por hecho que aquellas muertes no se pudieron evitar sin haberlas investigado, sino que encima se ha atrevido a opinar en nombre de las familias que perdieron a algún familiar. A opinar de su dolor y descartarlo.

Dice el portavoz del Gobierno madrileño que las familias ya lo han superado. Superado, ha dicho. Y Ángeles Caballero, que perdió a su madre en una de esas residencias, le explica pacientemente al político en su columna que no es que las familias no quieran reabrir la herida, es que nunca la han cerrado.

Dice Luis García Montero que la muerte de alguien que quieres es como un animal de compañía que se te instala en casa y ahí se queda para siempre. Hay que aprender a convivir con ella. Con lo que no tenemos por qué convivir es con la duda de qué pasó en las residencias durante el covid. Ni qué pasó en los hospitales. Falta aclarar por qué tantas personas murieron en condiciones indignas. Tanto en Madrid como en el resto de España.

¿Moraleja?

Hay tragedias que no tienen solución, pero sus víctimas merecen una explicación.