Buscar la felicidad es una de las tareas más complejas para el ser humano. Tanto, que en ocasiones parece que es inalcanzable. Sin embargo, el secreto está en cuidar los pequeños detalles del día a día. Y sí, también importa lo que se hace antes de ir a la cama.
Según recoge 'Global English Editing', hay ocho hábitos que ayudan al cuerpo a descansar mejor y también a sentirse mejor, por lo que facilitan alcanzar la felicidad.
Dejar las pantallas antes de dormir
Una de las principales acciones que dificulta conciliar el sueño y que facilita la irritabilidad es estar pegados a las pantallas. Debido a las nuevas tecnologías, cada vez estamos más sumergidos en un mundo digital que, a pesar de contar con numerosos beneficios, también pueden tener un impacto negativo.
Por esta razón, los expertos aconsejan desconectar de las pantallas al menos una hora antes de dormir. De esta manera nuestro cerebro empezará a relajarse y le será más fácil conciliar el sueño.
Ahora bien, ¿qué hacer para conseguirlo? Leer un libro, escribir, meditar o charlar con alguien son algunas de las acciones preferidas por las personas que son más felices.
Pensar en los buenos momentos del día
Cuando solemos acabar el día tratamos de olvidar lo negativo, pero a veces la mente es más traviesa y nos recuerda todo lo que ha ido mal durante las últimas horas. Sin embargo, esto puede evitarse si ponemos el foco en las buenas acciones. Es decir, concentrarnos en algo que nos haya hecho felices, como un mensaje bonito de alguien a quien apreciamos.
Aunque no lo parezca, hasta en los días complicados se puede encontrar algo que desprenda buena vibra; todo se debe a un cambio de mentalidad.
Tener un horario de sueño constante
Otro de los factores que no ayudan a mantener nuestro cuerpo en paz son los cambios de horario constantes. Cuando cada día nos acostamos a una hora distinta, el cuerpo no llega a habituarse a ninguna rutina, por lo que le cuesta descansar y conciliar el sueño.
En cambio, las personas que mantienen una rutina a la hora de dormir con un horario más o menos parecido, suelen obtener grandes beneficios al día siguiente.
Relajarse antes de ir a dormir
Ir a la cama estresados por el trabajo, por una discusión o por estar preocupados por problemas familiares es más habitual de lo normal. Ello conlleva que las personas encuentren dificultades a la hora de dormir y, por tanto, se vuelven más irascibles.
Una de las acciones que ayudan a ser más felices y sentirse mejor con uno mismo es liberar la mente. Y aunque es una tarea algo compleja, cuando se consigue el cuerpo lo agradece.
Planear algo que nos haga ilusión
A veces un gesto tan simple como pensar en algo que nos gusta puede cambiar el estado de ánimo. Y si se hace antes de ir a dormir, eso ayudará a que afrontemos el día siguiente con mejor actitud.
Algunos ejemplos son: pensar en preparar una comida rica, ir al cine, comprar un libro, quedar con algún amigo, etc.
No evitar el aburrimiento constantemente
Cuando las personas llevan vidas ajetreadas suelen estar todo el día con la mente en marcha. Van saltando de un plan a otro sin casi tener tiempo de pensar en qué van a hacer después.
Sin embargo, cuando este ritmo se rompe y llegan episodios de tranquilidad, algunas personas llegan a estresarse porque no tienen nada que hacer, o al menos nada que les entusiasme.
Pero nada más lejos de la realidad, los expertos invitan a aceptar los momentos de tranquilidad y aceptar el aburrimiento, pues ese tipo de momentos son necesarios.
Ser agradecidos
Uno de los pilares de la felicidad es ser agradecidos con quienes nos rodean y también con aquello que tenemos. De lo contrario, las personas que desprecian y envidian al de al lado son más infelices que el resto.
Dejar ir los pensamientos negativos
En relación con algún que otro punto anterior, ir a la cama focalizando la mente en pensamientos negativos no ayuda a descansar ni tampoco a afrontar el día siguiente con buena energía.
Aunque eso sí, no se trata de ignorar los problemas, sino de tratar que ocupen un espacio menor en la mente a la hora de intentar conciliar el sueño.