Buenos días desde Washington. Una ciudad que tiene tantos monumentos que hasta se han inventado un verbo para visitarla: monumenting. No se puede venir a Washington y no hacer monumenting. Algunos de estos monumentos recuerdan episodios de división del país, como el foso a ninguna parte que rememora la guerra de Vietnam. Otros simbolizan la unión, como la imponente estatua de Lincoln, que representan la unión, tras su guerra civil. El momento más violento que ha vivido este país “hasta la fecha”, según el guía. Y la manera en la que subrayó “hasta la fecha” remitía inevitablemente al momento tan convulso que vive hoy Estados Unidos. Unas pocas horas antes un hombre había disparado en un mitin contra Trump, que salvó su vida de milagro.
¿Y cómo es Washington el día después del atentado? Pues salvo por el perímetro de seguridad extra que rodea La Casa Blanca, bastante parecido a todos los demás. En esta ciudad los días históricos están, como los monumentos, por todas partes. Pero los días históricos ya no son lo que eran. Nada que ver con cómo se vivió el día que mataron a Kennedy. Ni con el ataque frustrado a Reagan.
En el momento del atentado contra Trump, estaba en un restaurante en Georgetown. ¿Y qué pasó? Pues que todo el mundo miró sus móviles, cada uno a lo suyo. Y a saber qué veía cada uno. Esa es la diferencia. En este mundo siempre en línea y tan polarizado, en el que los acontecimientos históricos se superponen unos a otros, todos vieron la imagen de Trump con el puño en alto y la oreja ensangrentada.
Pero luego las redes se inundaron inmediatamente después de los disparos de suposiciones, hipérboles y mentiras sobre el tiroteo. Unos responsabilizando a Biden y otros afirmando que el tiroteo era un engaño de Trump. Dos mundos paralelos.
Así que de Washington me quedo con otro monumento, el de Roosevelt, con su estatua del hombre escuchando la radio que recuerda este país unido cuando todos escuchaban lo mismo a la vez. Y eso sí que es historia.
¿Moraleja?
Estados Unidos ya estaba muy polarizado y puede empeorar tras el atentado.