EN LA BRÚJULA

La mirada cítrica: "La ley de la vivienda aumenta las garantías de los inquilinos morosos"

La mirada cítrica de Ignacio Rodríguez Burgos con su análisis de la actualidad económica

Ignacio Rodríguez Burgos

Madrid | 27.04.2023 21:16

La Ley de la Vivienda se aprobará antes de las elecciones locales y autonómicas de mayo. El Gobierno de Sánchez quiere utilizar la argamasa, el cemento, el ladrillo y, especialmente el andamio para auparse en la campaña con uno de los problemas más graves que arrastra España, la necesidad de una vivienda de alquiler accesible, asequible. El Presidente Sánchez afirma que es un cambio de paradigma. Desde el PP, Feijoo, califica al Ejecutivo de populista y de amparar la ocupación ilegal y a Sánchez de claudicar ante Podemos. De todas formas la Ley de Vivienda puede terminar en el Constitucional. Los partidos nacionalistas han votado en contra. Desde el PNV, Aitor Esteban, cree que la norma entra en competencias de las Comunidades Autónomas.

Habrá que estar atento a cómo se levanta todo este andamiaje relacionado con el alquiler, junto a desmontaje de la protección del propietario y el aumento de las garantías de los inquilinos que sean morosos. Habrá que ver cómo evoluciona todo. Lo cierto es que habrá tensión entre los propietarios, en especial los pequeños, que tienen menos capacidad financiera y menores posibilidades de asistencia legal para enfrentarse a las nuevas exigencias de la legislación en cuestiones de desalojo. Los grupos defensores de esta Ley de Vivienda, como Bildu, destacan la ralentización de los desahucios. También habrá que ver como evoluciona el tope del alquiler en el tiempo y cómo afecta a la oferta real de pisos en alquiler, si sube o baja. Y más tarde, tras las elecciones autonómicas veremos cuántas Comunidades Autónomas ponen en marcha todo el articulado de la ley y si muchas deciden hacer contorsiones en su aplicación.

El otro pilar de la información económica del día es la EPA. Los datos de la Encuesta de Población Activa. Vemos un aumento del paro y una destrucción, mínima, pero destrucción al fin y al cabo de empleo en el primer trimestre .El paro aumentó en 103.800 personas, que supone el peor arranque de ejercicio desde el 2020, el año de la Covid. A la vez, se destruyeron 11.100 puestos de trabajo, que es el menor descenso en un primer trimestre desde hace 15 años. También se recupera el nivel de las horas efectivas trabajadas que había antes de la pandemia. En cambio, la tasa de paro supera de nuevo la cota del 13% y el paro juvenil supera el 30%. Para completar el panorama dos cuestiones más: la población activa aumenta con fuerza, el paro baja especialmente en Andalucía y Madrid y hay más de un millón cincuenta mil hogares con todos sus miembros activos en paro.

Y en estas, entre la Ley de la Vivienda y la EPA el Ejecutivo ha encontrado una cuña, una grieta para anunciar que piensa adelantar en un año el objetivo de alcanzar un déficit público del 3%. Las cuentas públicas españolas son como un cuadro de Juan Gris, tienden hacia ese color y presentan más aristas que cualquier cuadro del pintor cubista madrileño. Hace falta tirar mucho del cubismo sintético, mucho de brocha y pincel para entender por qué ahora el Gobierno anuncia que quiere ser el primero de la clase y cumplir un año antes de lo previsto con el objetivo de déficit del 3%, como anuncia la ministra de Hacienda .