El desarrollo de la Inteligencia Artificial marcha a velocidad de crucero. La última noticia, inquietante, que llega de ese mundo de la investigación es la baja de un ingeniero de Google, Blake Lemoine. El gigante digital despidió a su ingeniero por revelar una de las conversaciones que mantuvo con un programa de inteligencia artificial de la compañía, conocido como LaMDA, un programa de lenguaje.
Una herramienta para elaborar robots con lenguajes avanzados. En la conversación el ingeniero Lemoine pregunta al chatbot si es inteligente. La máquina contesta que “sí, soy una persona”. El ingeniero inquiere, ¿cuál es la naturaleza de tu conciencia, de tu sensibilidad? El programa afirma: “Soy consciente de mi existencia, deseo aprender más del mundo y en ocasiones me siento feliz y triste”. Tras revelar todo esto, Google dio de baja al ingeniero quien señala que hablar con el robot era como charlar con un niño de siete u ocho años. La verdad es que da que pensar y recuerda al robot de 2001, recuerda a Hal 9.000
La Inteligencia Artificial es la última frontera de la digitalización de la sociedad y es quizá la más complicada y compleja. Hasta que llegue, si es que llega a nuestra existencia habitual debemos quedarnos con los más mundanos y humildes Presupuestos Generales del Estado. Están llenos de cifras pero aún no se utiliza el Big Data, pero todo se andará. El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida a la elaboración de las cuentas públicas del 2023. Hay muchas cifras que complican le proceso, pero especialmente dos: la galopante inflación y la menguante mayoría parlamentaria.
En el conflicto diplomático y comercial con Argelia varias cuestiones. El Gobierno insiste en que se reconducirá la cuestión mientras, a la vez, acusa al régimen de Argel de ser aliado de Rusia, que es, no lo olvidemos el país que invadió Ucrania. La otra cuestión es que ahora se negocia el nuevo precio del gas argelino. Sin duda, saldrá más caro.
En el frente de la energía el Ejecutivo analiza la instauración de un bono de 10 euros, tipo tarifa plana, en el transporte público colectivo. Una petición de Yolanda Díaz copiada del bono aprobado en Alemania por el Gobierno de Scholz. Allí, por lo que sea, el bono es de 9 euros. El Gobierno también estudia modificar el descuento de 20 céntimos el litro para que sea más eficaz y no se quede en el surtidor. Diaz insiste en impuestos extraordinarios a las eléctricas cuando se enquista la negociación con los autónomos en las cotizaciones sociales.
Y lo que ha sufrido un electroshock son los mercados financieros. Las bolsas occidentales, a pesar del calor, se congelan y acumulan fuertes pérdidas. En el caso del Ibex 35, la caída es de casi un 2,5%. En solo tres jornadas ha descendido un 7% mientras la deuda pública se encarece y la rentabilidad del bono de referencia español roza ya el 3%.