Los húngaros de Magyar Vagón han formalizado esta tarde la OPA sobre Talgo. Y eso que el Gobierno está radicalmente en contra, ahora dice el ministro de Industria, Jordi Hereu, que es una compañía estratégica.
Magyar Vagón ofrece 5 euros por acción, lo que supone valorar la compañía ferroviaria en 620 millones de euros. Los húngaros tienen el apoyo del núcleo duro de accionistas de la ferroviaria. El ejecutivo español no se fía de las relaciones de esta empresa húngara con Viktor Orban, e incluso, con Vlademir Putin. El caso es que el Gobierno español dice que hará todo lo posible para evitar esta operación.
El BCE reconoce que la inflación se está moderando
Quien se ha quedado en el andén ha sido el Banco Central Europeo. No toca los tipos de interés. Christine Lagarde no ha sacado billete para la rebaja de los tipos de interés. Y eso que la economía de la eurozona marcha más lento que el tren de Arganda, que pita más que anda.
El BCE reconoce que la inflación se está moderando y que está cerca del objetivo. El BCE también revisa a la baja el crecimiento económico, apenas crecerá el PIB de la eurozona 6 décimas. La locomotora alemana va como la máquina de Buster Keaton. Veremos si en abril, Lagarde nos deja una rebaja del precio del dinero.
Donde también hay dinero, para gastar y repartir, es en los Presupuestos del Estado. Después de aprobar la Amnistía en la Comisión de Justicia, las cuentas públicas es la próxima meta. Los de Junts van a ser de nuevo los revisores. Hay que negociar, como apunta Miriam Nogueras
Y recordemos, que en los pactos del PSOE con ERC y Junts, aparece la condonación de buena parte de la deuda de Cataluña al Estado y la cesión del 100% de los impuestos.
Y dos cuestiones económicas rápidas como el tren bala japonés. La primera es que la farmacéutica Novo Nordisk de nuevo se dispara en bolsa porque su nuevo fármaco contra la obesidad es el doble de eficaz que Wegovy, su fármaco estrella. Y segundo, en España, según la empresa STC lo que más vuela en las tiendas por las manos rápidas de los cacos es el aceite de oliva. Al precio que está no es extraño. Pero los gustos van por barrios y por zonas. En Galicia y Asturias lo más robado es el pulpo. En los archipiélagos se inclinan por el queso y los licores. En Cataluña, el objeto de deseo son los berberechos y en Madrid, el chocolate.
