TERRITORIO NEGRO

La extraña desaparición de un temporero en Jaén tras discutir con su patrón

Manu Marlasca y Luis Rendueles nos hablan de la investigación sobre la desaparición -en extrañas circunstancias- de un jornalero africano en Villacarrillo, en Jaén.

ondacero.es

Madrid | 08.05.2023 18:07

Manu Marlasca y Luis Rendueles nos cuentan una operación, en este caso de la Guardia Civil, que está abierta, la desaparición de una persona. Y que podría ser el eco, el segundo crimen, de un asesino aun por descubrir. Es una historia que ocurre dos veces en un pequeño pueblo, con muchos años de diferencia, pero con muchas cosas en común.

Nos situamos en Villacarrillo, en la provincia de Jaén. Y también a más de tres mil kilómetros de allí, en una aldea de Senegal, en África. Los dos puntos están conectados por esta investigación de la Guardia Civil

Eso es. A Villacarrillo, un pueblo de Jaén que vive en su mayoría del aceite, un aceite de oliva con fama mundial, llegan cada año, cada temporada más bien, decenas, cientos de inmigrantes africanos para recoger la aceituna. Es un trabajo duro, durísimo diríamos nosotros, y no muy bien pagado. Algunos son inmigrantes legales, otros, no. Y a Villacarrillo llegó a finales del año 2021 un hombre senegalés, llamado Ibrahima Diouf, que tenía entonces 32 años y había dejado en su país, en el pueblo de Yene, a unos 30 kilómetros de Dakar, a su mujer y a su hija de siete años, para ganarse la vida recogiendo fruta y aceitunas en las provincias de Huelva y Jaén.

Este temporero llega a Villacarrillo y allí entra a formar parte de una cuadrilla que trabaja para un patrón bastante conocido en el pueblo, un hombre con varias fincas y que instala a algunos de esos trabajadores en una casa vieja, con un corral de gallinas

Los inmigrantes que acuden a recoger aceitunas a Villacarrillo reciben ayudas de muchos vecinos, que hacen incluso colectas de dinero para ellos. Pero en otros casos hay más indiferencia, en incluso cierto recelo hacia los africanos. Ellos se instalan en casas, albergues y cerca de la estación de autobuses. En el caso de la cuadrilla de Ibrahima, su patrón, Ginés Vicente López, los metió en una vieja casa donde tiene también algunas gallinas.

Las jornadas de trabajo son durísimas, tanto, que muchos temporeros no resisten y se van de allí en busca de otro trabajo mejor o simplemente más humano. Lo que contaría luego a la Guardia Civil Abdou Bity, amigo del inmigrante

desaparecido, es que Ibrahima decidió no aguantar más aquello el 5 de enero de 2021, el día de la cabalgata de Reyes en Villacarrillo.

¿Qué ocurrió aquel 5 de enero? Porque desde entonces no se ha vuelto a ver a este temporero africano..

Llovía a mares en Villacarrillo, el campo estaba enfangado totalmente y aun así, el patrón exigió a la cuadrilla que fueran a la finca y recogieran la aceituna contra viento y marea. Ibrahima trató de hacerle ver que así era imposible trabajar y que esperaran a que parara un poco de llover, pero el patrón lo rechazó y discutieron. Aquel iba a ser el último de una serie de incidentes y Ibrahima le dijo al patrón, según el testimonio de su amigo, “se acabó, ya no trabajo más para ti, págame lo que me debes y me voy”

Es una discusión muy desigual, porque el inmigrante no tiene papeles, no tiene derechos. Aun así, Ibrahima decide irse del pueblo, de Villacarrillo. ¿Ya tenía pensado cuál iba a ser su siguiente trabajo en España?

Sí. Abdou, su amigo, trabajaba entonces en otra campaña agrícola. Estaba recogiendo naranjas en Cartaya, en la provincia de Huelva. Ibrahima ya había estado allí en cuatro campañas, recogiendo naranjas, le había ido bien. Los dos amigos hablan, se cuentan sus penas y Abdou le explica que su patrón allí es un tipo honrado, le anima a que coja un

autobús, allí hay trabajo para él. Ibrahima hace entonces su macuto y acude a otra casa de Villacarrillo para despedirse de un compañero. Parece animado, aliviado. Le cuenta que va a trabajar en la provincia de Huelva y que ya tiene el billete de autobús comprado para irse allí. Solo le falta cobrar lo que el patrón le debe en Villacarrillo por las recogidas de aceituna. De hecho, le dice que ha quedado con el patrón esa misma tarde, que le debe un mes de trabajo.

Y nunca más se ha vuelto a ver a Ibrahima, un joven senegalés, padre de una niña. La Guardia Civil está removiendo tierra, aire y hasta estanques en la zona de Villacarrillo para encontrarlo

La Unidad Central Operativa, la UCO, de la Guardia Civil busca a Ibrahima, con la sospecha de que está muerto. Desde el pasado mes de septiembre han buscado con georradar y con agentes caninos en la casa donde se alojaba el temporero, también con buzos en un pozo que hay en el patio de esa casa, con drones sobre los olivos de varias fincas regentadas por su patrón… En marzo registraron dos pozos más. También siguieron la pista a un lugar donde el patrón de Ibrahima iba, al parecer a meditar, para estar solo, en una antigua vía de tren. Nada ha tenido éxito hasta ahora, no hay rastro de Ibrahima.

Y, claro, los guardias civiles han investigado el perfil del inmigrante desaparecido. Muchos hacen vida nómada, son ilegales en España y no dan sus verdaderos nombres, cambian de zona, de país… Muchas veces es difícil seguir sus pasos. En este caso descubren que Ibrahima es un tipo serio, con buen cartel, que pasó por Bilbao y cuatro veces en Huelva, recogiendo naranjas. Es un trabajador no tuvo ningún problema durante su paso por España, un tipo callado, tranquilo, muy trabajador. Su idea era ganar todo el dinero que pudiera y enviárselo a su mujer y a su hija, a la que dejó de ver para ganarse la vida cuando tenía solo dos años. Su problema, su único problema conocido lo tuvo con su patrón en Villacarrillo. Ibrahima llegó allí porque en el año 2020 empezaron a tener menos faena en Huelva y un compañero les habló de un patrón en Jaén que buscaba inmigrantes para recoger aceitunas. El se fue para allí y su amigo se quedó en Huelva.

Imagino que también se estará investigando a ese patrón, ese empresario de Villacarrillo, el dueño de las fincas donde el inmigrante desaparecido recogía aceitunas y con el que discutió aquel 5 de enero de 2021 , el último día que vieron a Ibrahima. ¿Por qué me resulta familiar esta historia? Quizá sean ya demasiados territorios negros…

El patrón de Ibrahima, con el que discutió, se llama Ginés López. Y hace exactamente siete años le dedicamos un territorio negro. Entonces le iban a juzgar porque otro de sus temporeros, en este caso un joven de Mali llamado Tidiany Coulibaly, que tenía 22 años, también había desaparecido, a finales del año 2013, también después de discutir con el patrón por las condiciones laborales.

Hemos vuelto a colgar en redes ese territorio de hace 7 años por si lo quieren volver a escuchar. Es decir, Ibrahima es el segundo temporero que se enfrenta a ese patrón de Villacarrillo y el segundo que ha desaparecido. Vamos a recordar que ocurrió con Tidiany, desaparecido hace casi diez años

Tidiany Coulibaly había dejado a su familia, su madre y sus hermanos, en Mali. Llegó a Villacarrillo para recoger aceitunas a finales del año 2013. El patrón lo instaló, junto a otros cinco africanos, en esa casa junto al corral de gallinas. Allí dormían, algunos, con colchones. Era la tercera campaña de aceituna en la que participaba Tidiany, siempre habían sido duras, pero aquella vez la cosa iba mal porque les hacen trabajar a destajo recogiendo aceitunas en la finca El Molinillo

Recordadnos que es eso de trabajar a destajo, porque es algo legal

Se puede trabajar a jornal, con un sueldo diario, que entonces era de 50,36 euros al día, o a destajo, más horas diarias. Si es así, los temporeros tenían que cobrar en 2013 en torno a 63 euros al día. Decíamos que todo iba mal porque Tidiany y sus compañeros solo cobraban del patrón entre 20 y 30 euros al día, mucho menos de lo que marca la ley, estaban muy descontentos, pero era lo tomas o lo dejas.

Hay un incidente más y este inmigrante, Tidiany, decide ir a hablar con el patrón, con Ginés López, al que conoce porque es la tercera temporada que trabaja para él.

La investigación de la Guardia Civil reveló que el 17 de diciembre, los inmigrantes se plantan. Dos de ellos se van de Villacarrillo, pero pronto llegan dos de recambio, no suelen faltar. Pero es que la mañana anterior habían sorprendido a doña Josefa, la madre del patrón, cogiendo, sisando aceitunas que ellos habían recogido, es decir, quitándoles de su jornal. Tidiany se erige en portavoz y explica sus quejas, incluido lo de la madre del patrón.

Debió ser una situación tensa, con seis africanos reclamando al patrón su dinero, su trabajo. Y eso acaba con el portavoz digamos de esos inmigrantes desaparecido. Qué ocurrió?

El patrón rechazó lo que le pedían. Su madre les dijo que mentían. El empresario se los lleva en la furgoneta y les dice que están fuera, que tienen que dejar la casa antes de la una. Todos entran a recoger sus cosas, pero Tidiany se queda en la puerta de la casa discutiendo con el patrón, durante unos veinte minutos. El patrón promete a uno de los inmigrantes, al que llamaba Juanito, hacerle los papeles. Es el único que decide quedarse en el pueblo y en la casa. Van al banco a sacar dinero, tiene que pagar a Tidiany y a sus otros compañeros, entre ellos su primo hermano Nama, más pequeño que él y del que Tidiany siempre ha cuidado.

Varios inmigrantes cobran y se van del pueblo. En la casa quedan Tidiany y su primo Nama. Tidiany ya ha conseguido otro sitio mejor para trabajar en España.

Solo le queda ver al patrón, cobrar y marcharse. Aquella mañana Nama se queda a esperar a su primo en un bar, Los Naranjos, tomando un café y sentado cerca de la chimenea para calentarse. Tidiany va a ver al patrón para cobrar. Nunca volverá. Nama denuncia la desaparición de su primo. Son hermanos de padre, llegaron juntos a España, en patera, a Canarias, en 2008, estuvieron en un centro de menores, siempre juntos, recogieron fresas en Huelva, otras frutas en Huesca, aceitunas en Jaén. Nunca se separaban. No creía que pudiera haberle dejado allí, algo le había pasado a Tidiany, algo malo.

La Guardia Civil investiga ya entonces al patrón de esos inmigrantes, Ginés Vicente López. Y un juez lo sienta en el banquillo.

La investigación descubrió varias irregularidades en el trato del patrón con sus temporeros. Hablaron de deudas, de explotación, de que no tenían papeles, de que les descontaba de su digamos sueldo la luz y el agua de la casa donde vivían, la gasolina que gastaba para llevarlos a las fincas…

El patrón se defendió diciendo que dejaban el trabajo a medias, que daban muchos problemas, que le pidieron más dinero y que se negó. Aseguró que no sabía nada de Tidiany. En las escuchas telefónicas que se hicieron al patrón se le oye decir que “lo más posible es que se fuera, que ese se esté riendo, un día se dará de alta en la Seguridad Social”. Al ver una noticia sobre el salto de inmigrantes en la valla de Melilla, comenta “no querías negros, pues toma negros”. Y llama, textualmente, “gentuza, borrachos, gorrones, asquerosos y mendrugueros” a los guardias civiles que investigan la desaparición de Tidiany

Han pasado casi diez años y Tidiany, ese joven inmigrante que ahora tendría 32 años, no ha aparecido en ningún sitio, ni en España ni en Mali, nadie le ha dado de alta en la Seguridad Social, su madre y su familia no saben nada de él

La única pista fueron unas orejeras que Tidiany usaba para protegerse del frío cuando recogía aceitunas. Un agente canino de la Guardia Civil, en aquella primera operación partisano participaron Elton y Dzana, encuentra las orejeras dentro de la finca La Moratilla, una de las fincas de la familia del patrón. El otro agente K-9 marca restos de sangre junto a un olivo. La Guardia Civil toma en Mali muestras de ADN de la madre de Tidiany, una mujer llamada Youma Trouré. No hay duda, son las orejeras de su hijo desaparecido. El caso va a llegar a juicio.

Ginés Vicente López es un hombre conocido en Villacarrillo. Le pedían hasta 24 años de prisión, pero va a ser condenado a mucho menos.

La Audiencia de Jaén condenó a Ginés Vicente por explotar a los inmigrantes, por un delito de explotación laboral, defraudación de fluido eléctrico y un delito contra la Administración de Justicia. Le cayeron dos años y medio de prisión. Pero fue absuelto, por falta de pruebas, de la desaparición de Tidiany Coulibaly.

Ese inmigrante lleva desaparecido desde 2013. Y en enero de 2021 desaparece otro, Ibrahima, que trabajaba para el mismo patrón. La Guardia Civil ha retomado las investigaciones y el sospechoso vuelve a ser el mismo, el patrón

Eso es. El último día que vieron a Ibrahima en Villacarrillo, y en cualquier otro lugar fue el 5 de enero de 2021, cuando reclamó al patrón que le pagara por su trabajo y decidió irse del pueblo. Cuando investigaron por primera vez a Ginés Vicente, el y su madre dejaron ver su filosofía en algunas conversaciones. “Los negros van como los caracoles, con la casa a cuestas” y “si les haces los papeles, se van con otros" Veremos si esta vez la operación Partisano, termina con éxito.