Al igual que en el mundo del vino los sumilleres orientan a los consumidores para encontrar el vino que más les plazca, los baristas hacen lo propio en las cafeterías de todo el mundo. Estos profesionales - muy demandados en toda clase de locales- poseen unos vastos conocimientos acerca de la producción, tueste y preparación del café. Marcos Zoya es barista y, además, ha formado a muchos de ellos. Melany Ranchel fue una de sus alumnas, y ahora trabajar como barista de forma profesional.
Marcos Zoya nunca pensó en convertirse en barista, si bien había trabajado de forma tangencial en el mundo del vino, trabajando en una revista de esta temática. "Yo tenía muy claro que el café me encantaba", ha explicado el barista, que descubrió lo rica que es esta industria tras mudarse a Dublín. "Allí de repente me explotó la cabeza", ha explica Zoya, que decidió entonces formarse profesionalmente. A día de hoy, achaca la falta de baristas a lo complicado que resulta formarse en este campo, que requiere de unos conocimientos muy especializados.
Melany Ranchel fue alumna de Marcos Zoya, y estudió Turismo antes de entrar a trabajar en un tostadero de café de Zaragoza. Fue entonces cuando despertó su pasión por el mundo del café "de especialidad": "A mí me parece más alquimia que otra cosa", ha explicado Ranchel en su entrevista.
En la entrevista, ambos baristas han dado algunas claves para encontrar un buen café: los dos destacan la calidad del producto de origen, así como la calidad del agua con la que se prepara - a nivel profesional se tiene que osmotizar- y, por supuesto, los conocimientos de la persona que lo elabora. Ranchel recomienda preguntar siempre en una cafetería por el origen del café que te sirven: si el personal sabe responderte y darte ciertos datos, afirma Ranchel, se trata de una buena señala acerca del cuidado con el que se elabora este producto en el establecimiento.