Espectáculo arquitectónico

Descubre Marrakech: un viaje a través del arte y la historia

Con temperaturas que rondan los 30 grados, este lugar es un verdadero tesoro cultural. En mi visita, no podía dejar de explorar un sitio que ofrece un tres por uno: el Palacio de la Bahía, el Museo Bereber y el Museo Yves Saint Laurent.

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Marrakech |

Comenzamos nuestra visita en el Palacio de la Bahía, una joya arquitectónica construida a finales del siglo XIX. Originalmente edificado por Si Musa, el gran visir del sultán Alauí Mohamed IV y ampliado por su hijo entre 1894 y 1900, este palacio albergaba a sirvientes, esclavos y el harem del visir. Su nombre, al-Bahia, significa "la brillante", en honor a su esposa favorita. Una curiosidad interesante es que todo el complejo fue diseñado al mismo nivel, sin escaleras, debido a que Ba Ahmed, el hijo, tenía dificultades para subir y bajar. Este detalle refleja cómo, siendo visir, se podía hacer lo que se deseaba.

El Palacio de la Bahía es uno de los lugares más visitados de Marruecos. Aunque hoy en día se utiliza ocasionalmente para recepciones reales, su principal función es ser una atracción turística. Situado en el antiguo barrio judío de la ciudad, el palacio cuenta con 160 habitaciones que dan a numerosos patios y jardines, que abarcan 8,000 metros cuadrados. Es un laberinto de patios y salones decorados por los mejores artesanos de la época, con un total estimado de 1,000 artesanos involucrados en su creación.

Aunque las estancias están vacías, los visitantes pueden disfrutar de los impresionantes techos y artesonados policromados, mosaicos en las paredes, baños de mármol y la increíble decoración de los arcos. No te puedes perder el Patio de Honor, hecho de mármol italiano, que cuenta con una galería de 52 columnas de madera que dan acceso a las habitaciones del harem del visir, además de un estanque y varias fuentes en el centro.

Jardines de Marrakech
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Jardines de Majorelle: Un oasis de belleza

Como amante de los jardines, debo decir que el Jardín Majorelle es un lugar único. Diseñado por el artista francés Jacques Majorelle en 1924, durante el periodo colonial francés, este jardín fue creado en torno a un chalet de estilo Art Decó. Majorelle, un apasionado de la botánica, reunió especies vegetales de los cinco continentes, destacando su colección de cactus y buganvillas. Además, alberga más de 15 especies de pájaros que solo se encuentran en el norte de África.

El jardín está adornado con fuentes, cuencas y cerámicas, creando un espectáculo visual impresionante. En 1937 Majorelle creó un color azul intenso, conocido como azul Majorelle, que pintó en su chalet y en todo el jardín, convirtiéndolo en una obra de arte viva que abrió al público en 1947. Tras un accidente, el jardín fue abandonado hasta que el diseñador Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé lo compraron y restauraron, devolviéndole su esplendor original.

Hoy en día, el Jardín Majorelle es cuidado por un equipo de hasta 20 jardineros, quienes se aseguran de que este lugar siga siendo un vergel.