EN BUENAS MANOS

Uno de cada 10 nacimientos es prematuro

Se consideran prematuros aquellos niños que nacen antes de las 37 semanas de gestación, diferenciando entre prematuridad tardía (por encima de 34 semanas) hasta prematuros extremos (menos de 28 semanas de gestación).

Redacción

Madrid | 19.11.2021 13:26

Uno de cada 10 nacimientos es prematuro
Uno de cada 10 nacimientos es prematuro | Redacción

Según estimaciones de la OMS unos 15 millones de nacimientos ocurren cada año en todo el mundo antes de las 37 semanas de gestación. Esto nos da una idea de su gran impacto en la sociedad, siendo su incidencia variable entre las diferentes regiones, pudiendo llegar a representar 1 de cada 10 nacimientos en países desarrollados. Se trata de la primera causa de mortalidad a nivel mundial en los niños menores de cinco años.

Se consideran prematuros aquellos niños que nacen antes de las 37 semanas de gestación, diferenciando entre prematuridad tardía (por encima de 34 semanas) hasta prematuros extremos (menos de 28 semanas de gestación).

Tal y como recoge Quirónsalud, son muchas las causas o factores que incrementan el riesgo de parto prematuro: causas maternas (embarazos múltiples, infecciones o enfermedades crónicas—diabetes o hipertensión—), fetales (malformaciones congénitas), placentarias (insuficiencia placentaria y/o cervicouterina) y ambientales (tóxicos).

Según explica la doctora Lola Gómez Bustos, jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla, “los bebés prematuros están expuestos a un mayor número de riesgos y; por tanto, deben recibir una atención especial en sus primeros meses de vida. Además de problemas respiratorios y digestivos, por inmadurez, corren el riesgo de tener problemas de desarrollo, tanto cognitivo como motor. El riesgo de desarrollo de complicaciones, así como su gravedad aumentarán cuanto mayor sea el grado de prematuridad”.

Así continúa la neonatóloga, “nuestra actuación se basa principalmente en los cuidados centrados en el neurodesarrollo que incluyen intervenciones dirigidas al control de los estímulos externos, como son las luces y los ruidos ambientales, optimizar el entorno en el que se desarrolla el recién nacido y favorecer un ambiente ‘piel con piel’ que ayude al correcto desarrollo del bebé y su vínculo con la familia”.

Por su parte, la neonatóloga Myriam Alcantarilla Acevedo añade que el primer contacto de las familias con la Unidad de Neonatología conlleva miedo e inseguridad.

“Hay mucha tecnología que no entienden y el servicio está lleno de personas que aparentemente saben más que los propios padres sobre lo mejor para su hijo”. Para la mayoría de ellos este bebé prematuro ha llegado de forma repentina. Lo que hasta entonces era un embarazo normal se transforma en un parto prematuro. “El sentimiento común que hemos encontrado en las familias son la ansiedad y las dudas de si su hijo va a sobrevivir o cómo será su vida si la prematuridad le deja secuelas a largo plazo. Incluso en algunas ocasiones los progenitores muestran sentimiento de culpabilidad cuando el recién nacido nace demasiado pronto, cuestionándose si hay algo que no hayan hecho bien”.

Las neonatólogas insisten en que se intenta desde el inicio propiciar el contacto de los padres con sus hijos para alcanzar el bienestar y mejor desarrollo de los recién nacidos.