En España se calcula que hay unos 12.000 menores de 15 años con diabetes mellitus, mayoritariamente de tipo 1, una patología en la que las hipoglucemias suelen ser una de las principales complicaciones, de ahí la importancia de la formación y la educación diabetológica para su prevención y de cómo actuar ante un evento de este tipo.
Se considera que la persona con diabetes está sufriendo una hipoglucemia cuando hay un nivel anormalmente bajo de glucosa en sangre que se encuentra en un rango inferior a 70 mg/dl.
Tal y como recoge la Federación Española de Diabetes (FEDE), aunque no todos los niños y adolescentes con diabetes presentan los mismos síntomas, algunos de los más comunes pueden ser dificultad para respirar, palpitaciones, temblores, sudoración excesiva, palidez, dolores de cabeza o dificultades para hablar
Desde FEDE, recogemos las recomendaciones de los expertos, basadas en la importancia de actuar a tiempo y conocer todas las señales para afrontar unas vacaciones sin hipoglucemias. En este sentido, según los profesionales médicos, el verano es un factor en sí mismo que aumenta el riesgo de sufrir hipoglucemias en los menores, debido al aumento de la actividad física, a los cambios en los horarios de comidas y en las rutinas.
El doctor Santiago Conde, pediatra en el centro de salud de Barbastro (Huesca), aconseja a las familias de los menores con diabetes “una mayor flexibilidad para adaptarse fácilmente a las nuevas situaciones y no tener miedo a retrasar los suministros de insulina si se tiene todo bajo control”. Además, explica que “lo primero que hay que hacer ante una hipoglucemia en menores y adolescentes es constatarla con el glucómetro, medirla y actuar con hidratos de carbono de absorción rápida, calculados dependiendo del peso de la persona, recomendándose en niños 0,3 gramos por kilo. A los 10-15 minutos, volver a medir para comprobar si ha remontado los niveles de glucosa en sangre y, entonces, proporcionar hidratos de carbono de absorción lenta para prevenir rebotes y otras hipoglucemias”.