El animal vive ahora en el santuario ProVegan a la espera de que la Generalitat decida cuál es su futuro. La vaca no tiene documentación y, por ley, debería ser sacrificada. El próximo fin de semana acaba el plazo para arreglar sus papeles y que pueda librarse del matadero.
La vaca Margarita llevaba cuatro años viviendo en un vecindario de Tortosa bajo el cuidado de los vecinos. Ahora espera una sentencia de vida o muerte.