Es un pequeño pueblo tibetano, muy acogedor y rodeado de montañas como podéis ver en el video y las fotos. Aquí ya estamos a una altitud de 3.600 metros y hoy hemos caminado durante dos horas hasta llegar a 4.000 metros para iniciar el proceso de aclimatación en altura. En las fotos además de las montañas también os quiero enseñar algo muy curioso. A esta altura no hay árboles y por tanto los habitantes no tienen madera para calentarse. Por tanto el combustible que utilizan proviene de los excrementos de los yaks. En la foto podéis ver cómo quedan una vez secos y preparados para usarse. Mañana la ruta será algo más larga e intentaremos superar la barrera de los 4.000 metros de altura.