COVID-19

¿Es la ómicron sigilosa más contagiosa que la variante original? Un estudio revela su virulencia

La ómicron sigilosa está cobrando fuerza en todo el mundo y ya se han notificado casos de esta subvariante en más de 40 países. Ahora, un estudio realizado en Dinamarca ha revelado su grado de contagiosidad.

ondacero.es

Madrid | 05.02.2022 12:41

¿Es la ómicron sigilosa más contagiosa que la variante original? Un estudio revela su virulencia
¿Es la ómicron sigilosa más contagiosa que la variante original? Un estudio revela su virulencia | Agencia EFE

La variante ómicron del coronavirus ha desbancado al resto de variantes y ya es la dominante en el 90% de los casos notificados desde que se detectase el pasado mes de noviembre. De ella se sabe que es más contagiosa que sus predecesoras -contagia unas 70 veces más rápido que la variante delta y la cepa original de la covid-19- pero la gravedad de la enfermedad que provoca es mucho menor.

Además, hace varias semanas se detectó un sublinaje de ómicron -la BA.2- que está cobrando fuerza y ya está presente en más de 40 países. En Dinamarca y Reino Unido la también denominada 'ómicron sigilosa' ha aumentando mucho en los últimos días y los primeros datos sobre esta subvariante apuntan a una mayor transmisibilidad. En España, los primeros casos se detectaron en Baleares, Cataluña y Madrid, y en las últimas horas Extremadura ha informado de que el 0,8% de los casos secuenciados en la región pertenecen a esta subvariante.

¿La ómicron sigilosa es muy diferente a original?

Entre las características de esta nueva cepa, destacan algunas diferencias con respecto a la variante original. Presenta 40 mutaciones distintas, además de unas cuantas en la espícula, la proteína que el coronavirus usa para entrar en la célula humana. Sin embargo, no cuenta con la mutación característica del gen S, algo que sí encontramos en Ómicron.

¿Es más infecciosa?

En países cuya presencia es cada vez más notable y tienen buena vigilancia, como Dinamarca o el Reino Unido, la BA.2 está aumentando su frecuencia, mostrando que tiene cierta ventaja en la transmisibilidad. Además, un nuevo estudio realizado en Dinamarca junto con el Statens Serum Institut (SSI), la Universidad de Copenhague y la Universidad Técnica de Dinamarca ha revelado este subvariante "es más contagiosa que la cepa original", hasta en un 33%. La investigación se ha realizado en base a los datos de infecciones por Covid-19 en más de ocho mil domicilios del país danés.

El estudio también señala que, en caso de exposición a la variante BA.2, la tasa de probabilidad de infectarse en 7 días aumenta has el 39%. Esto supone un porcentaje superior al de la exposición con la cepa original, que es del 27%.

Otra de las conclusiones de la investigación es que "Ómicron BA.2 posee propiedades inmunoevasivas que reducen aún más el efecto protector de la vacunación contra la infección, pero no aumentan su transmisibilidad de los individuos vacunados con infecciones intercurrentes".

¿Cuáles son sus síntomas?

Respecto a los síntomas de la BA.2, los primeros estudios concluyen que su comportamiento es muy similar al de la variante original. Por ello, no hay ninguna señal característica que permita distinguir entre la variante y su sublinaje.

Estos son los síntomas más frecuentes de Ómicron:

  • Fiebre
  • Fatiga
  • Tos
  • Dolor de garganta
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular
  • Ritmo cardiaco elevado

¿Es habitual que aparezcan nuevas subvariantes?

Según indica Iñaki Comas -científico del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC)- a EFE, los virus mutan siempre, dentro de su proceso biológico, y se replican. Aunque en ese sistema de copia hay mecanismos de corrección, estos a veces fallan provocando una acumulación de errores o mutaciones que pueden desembocar en una nueva variante.

Muchos de estos sublinajes no son especialmente distintos. En dos años han aparecido cientos y solo unas pocas -alfa, beta, gamma, delta y ómicron- han sido calificadas como preocupantes por la Organización Mundial de la Salud, por ser más transmisibles, por su capacidad para saltarse la primera barrera de la respuesta inmune (los anticuerpos neutralizantes) y, en el caso de la delta, también por ser más severa.