Un estudio realizado por la Universidad de Harvard ha indicado que consumir poco más de media cucharadita de aceite de oliva al día puede reducir el riesgo de morir por demencia en un 28%.
La razón exacta detrás de este efecto sigue siendo incierta, pero los expertos creen que los antioxidantes presentes en el aceite de oliva pueden atravesar la barrera sangre-cerebro, teniendo un impacto directo potencial en la cognición. El aceite de oliva también es conocido por su capacidad para mejorar la salud del corazón, lo que podría contribuir indirectamente a mantener la salud cerebral.
El estudio ha recogido datos de 90,000 estadounidenses durante un período de 30 años, en el cual aproximadamente el 5.2% de los participantes fallecieron. Los resultados revelaron que las personas que consumían más de media cucharada de aceite de oliva al día tenían un riesgo significativamente menor de morir por demencia en comparación con aquellos que rara vez o nunca consumían aceite de oliva. Otro dato que muestra el potencial del aceite de oliva es que el reemplazar la margarina o mayonesa con la misma cantidad de aceite de oliva al día se asoció con una disminución del riesgo de mortalidad relacionada con la demencia hasta un 14%.
La Dra. Anne-Julie Tessier, de la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan, señala que el estudio respalda las pautas dietéticas existentes que recomiendan el uso de aceites vegetales, como el aceite de oliva, y sugiere que estas recomendaciones no solo promueven la salud del corazón, sino que también podrían beneficiar la salud cerebral. Recalca que elegir aceite de oliva en lugar de grasas como margarina, aceites refinados o mayonesa comercial es una opción segura que puede reducir el riesgo de demencia fatal. "Nuestro estudio refuerza las directrices dietéticas que recomiendan aceites vegetales como el de oliva y sugiere que estas recomendaciones no sólo favorecen la salud cardiaca, sino también potencialmente la salud cerebral", ha asegurado.
Actualmente, no hay medicamentos con licencia disponibles para frenar o reparar el daño cerebral causado por estas afecciones, lo que hace que los hallazgos del estudio sean particularmente prometedores. Investigaciones anteriores ya han relacionado un mayor consumo de aceite de oliva con un menor riesgo de enfermedades cardíacas. La asociación entre el consumo de aceite de oliva y el descenso de riesgo de mortalidad por demencia se mantuvo fuerte, lo que sugiere que el aceite puede tener propiedades únicas beneficiosas para la salud cerebral. Incorporar el aceite de oliva como parte de un patrón dietético mediterráneo también se ha encontrado que protege contra el deterioro cognitivo.
Tessier advierte de que la investigación es observacional y no prueba que el aceite de oliva sea la causa del menor riesgo de demencia mortal y que serían necesarios más estudios, como ensayos controlados aleatorizados, para confirmar los efectos y determinar la cantidad óptima de aceite de oliva que se debe consumir para obtener estos beneficios
La investigación se ha presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición, Nutrition 2023, celebrada en Boston.
