Los antibióticos salvan vidas pero si no se gestionan de forma cuidadosa, los agentes patógenos pueden generar defensas contra ellos en un corto espacio de tiempo, rebajando así su eficacia. Además el mundo está cada vez más interconectado y los países no pueden afrontar por separado el problema de las resistencias a los antibióticos.
La alerta es de la Organización Mundial de la Salud que ha instado a fortalecer los distintos sistemas de salud para luchar contra las resistencias antimicrobianas.
Lejos de ser sólo una advertencia, el problema es una realidad, ya que 25.000 pacientes mueren cada año en la Unión Europea debido a una infección causada por bacterias multirresistentes, porque además, existen muy pocos tratamientos alternativos.
En España el consumo de antibióticos es superior a la media europea. El Ministerio de Sanidad trabaja en lograr un consumo adecuado de estos fármacos mediante el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos. En 2014 se vendieron en nuestro país más de 31 millones y medio de envases de antibióticos, por un valor de 235 millones de euros.