La pandemia supuso un antes y en después para muchas personas. El aislamiento que sufrimos ha hecho que muchas personas comenzaran a valorar más una mayor calidad de los espacios donde vivimos y su entorno. La realidad es que para muchos salir a dar un paseo por la naturaleza en su día a día es impensable y la actual crisis de la vivienda tampoco ayuda a encontrar una vivienda asequible y que nos ofrezca una mejor calidad de vida.
Por estos motivos, muchas personas han comenzado a plantearse vivir en algún pueblo, donde en comparación con ciudades grandes, la vivienda y los gastos diarios son más asequibles y la calidad de vida es más alta.
Os proponemos una serie de pueblos de España, donde los entornos naturales son privilegiados (montañas, mar, valles o parques naturales), su patrimonio histórico, la baja densidad de población y ritmo de vida pausado se convierten en características comunes. Una combinación perfecta para vivir con tranquilidad.
Cudillero (Asturias)
Situado en la costa cantábrica, Cudillero es un pueblo pesquero construido en terrazas frente al mar. Su puerto y acantilados ofrecen paisajes espectaculares y aire puro.
Este pintoresco pueblo es conocido por sus casas de colores escalonadas en la ladera del monte, ya que crean una estampa única. Ofrece una vida tranquila junto al mar, con una rica cultura y gastronomía. Además, al estar rodeado de playas salvajes, senderos verdes y miradores, es ideal para quienes buscan una vida activa en contacto con el entorno.
Frigiliana (Málaga)
Además de estar considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Frigiliana es uno de los pueblos más recomendados de España para vivir con tranquilidad por su combinación de belleza, entorno natural, clima suave y estilo de vida pausado.
Cuenta con un entorno natural privilegiado, ya que está situado entre el mar Mediterráneo y el Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama. Esto permite disfrutar de naturaleza, rutas de senderismo y vistas espectaculares, todo con un clima suave y soleado durante gran parte del año.
Además, su casco histórico morisco-mudéjar, con calles empedradas, casas blancas y macetas llenas de flores, crean una estética armónica y genera un entorno relajante y muy fotogénico.
Albarracín (Teruel)
Este pueblo medieval, con calles empedradas y casas de piedra, está rodeado de montañas y fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1985.
Está rodeado por los Montes Universales y el Parque Cultural de Albarracín, lo que ofrece aire puro, senderos, silencio y paisajes únicos. Ideal para quienes aman la naturaleza y la vida al aire libre.
Santillana del Mar (Cantabria)
Conocido como "el pueblo de las tres mentiras" (ni es santa, ni llana, ni tiene mar), Santillana es en realidad uno de los conjuntos medievales mejor conservados de España. Sus calles empedradas, casonas nobles y la Colegiata de Santa Juliana ofrecen un ambiente calmado y lleno de historia.
Además, está a solo 10 km del mar Cantábrico y se encuentra rodeado de verdes paisajes típicos de Cantabria. La tranquilidad del campo se combina con la cercanía a playas y acantilados.
Por otro lado, está situado a unos 30 minutos de Santander y cerca de otras localidades con hospitales, centros comerciales y más servicios. Perfecto para combinar tranquilidad con accesibilidad.
Cadaqués (Girona)
Cadaqués se encuentra en entorno natural aislado, concretamente en el Parque Natural del Cap de Creus, y está rodeado de montañas y mar, lo que le ha permitido conservar un ambiente alejado del bullicio. El acceso a esta localidad es algo sinuoso por carretera, algo que contribuye a su tranquilidad.
Además de su belleza, Cadaqués es mundialmente conocido por haber sido refugio de artistas como Salvador Dalí, quien vivió en la cercana Portlligat.
Mojácar (Almería)
Situado en la provincia de Almería (Andalucía), es uno de los pueblos más tranquilos y agradables para vivir en España por su combinación de belleza mediterránea, clima soleado, ambiente relajado y buena calidad de vida. Atrae tanto a residentes locales como a europeos que buscan paz y sol durante todo el año.
Además, su casco antiguo, ubicado sobre una colina, está lleno de casas blancas, calles estrechas y balcones con flores. Ofrece una estética relajante y muy fotogénica.
A pesar de su tamaño, ofrece servicios sanitarios, comercios, escuelas, centros culturales y actividades deportivas, además de estar bien conectado con otras localidades de Almería.
Potes (Cantabria)
Este pueblo está situado en el corazón de Liébana, a los pies de los Picos de Europa. Cuenta con una naturaleza imponente, el aire limpio y la tranquilidad de los valles lo convierten en un lugar perfecto para desconectar del estrés urbano.
En cuanto al clima, aunque tiene inviernos frescos, el clima es agradable y saludable, especialmente para quienes disfrutan de estaciones marcadas y ambientes frescos en verano. Sin duda, es un pueblo ideal para personas que valoran la vida rural, el silencio y los paisajes montañosos.
Valldemossa (Mallorca)
Valldemossa está enclavado en la Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad, rodeado de colinas cubiertas de pinos y olivos que ofrecen rutas de senderismo y vistas panorámicas, lejos del bullicio costero
Ofrece una gran calidad de vida a pesar de ser un destino turístico, mantiene una población pequeña y cuenta con servicios básicos (tiendas, cafés, centro de salud) que satisfacen las necesidades diarias sin masificación, lo que redunda en una elevada sensación de tranquilidad. Además, se encuentra a menos de media hora de Palma y del aeropuerto.
Aínsa (Huesca)
Es un pueblo idóneo para quienes buscan vivir con tranquilidad gracias a la combinación de patrimonio histórico, entorno natural y estilo de vida sosegado.
Cuenta con un casco antiguo medieval perfectamente conservado y tiene un entorno natural privilegiado, ya que se sitúa muy cerca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y de los Parques Naturales del Posets-Maladeta y la Sierra y los Cañones de Guara.
Con menos de 1 000 habitantes estables, Aínsa ofrece un ambiente de vecindad cercana, seguridad y colaboración mutua, ideal para familias y jubilados.
Altea (Alicante)
Situado en la Costa Blanca alicantina, es uno de los pueblos más valorados para vivir con tranquilidad por una serie de características que combinan entorno natural, patrimonio cultural y calidad de vida.
A lo largo del año Altea tiene más de 300 días de sol, aún así, las temperaturas son muy moderadas, lo que favorece una vida activa al aire libre y minimiza los inviernos fríos o extremos.
Su casco antiguo tiene el encanto mediterráneo, con sus calles empedradas blancas y azules, plazas recogidas y la emblemática iglesia de la Mare de Déu del Consol, cuyas cúpulas azules ofrecen unas vistas inigualables al mar.
Un pueblo idóneo para quienes buscan serenidad sin renunciar a comodidades.

