Cada vez son más las personas afectadas por tomar un medicamento indicado para la calvicie. Según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, hacia 2017 un comunicado de la Agencia británica de medicamentos (MHRA, por sus siglas en inglés) alertó del riesgo de casos de depresión y tendencias suicidas en pacientes tratados con Finasterida.
Este medicamento está destinado para tratar la hiperplasia benigna de próstata (dosis diarias de 5 mg) y la alopecia androgénica (dosis de 1 mg). En Reino Unido se han notificado varios episodios de enfermedad depresiva y pensamientos suicidas en hombres; situación que se está viviendo también en España.
En consecuencia, la Plataforma de Afectados por Finasteride (PAF), de origen español, lleva tiempo luchando en España por reivindicar esta situación, especialmente para los afectados y víctimas de los efectos secundarios del medicamento.
En esta asociación abordan el síndrome post-finasterida. Este, según PAF, "describe las reacciones adversas, sexuales, neurológicas y físicas persistentes en afectados que han tomado el medicamento". Además, aseguran que este síntoma "no tiene cura conocida" y presenta "pocos tratamientos eficaces".
Síntomas más comunes
De acuerdo con la clasificación ofrecida por PAF, los síntomas se dividen en tres ramas: sexuales, mentales y neurológicos y físicos. De esta manera, en lo referente a lo sexual, la ingesta del medicamento puede provocar una disminución o pérdida total del deseo, reducir el volumen de semen, eyaculación precoz, encogimiento del miembro, etc.
Respecto a los síntomas mentales y neurológicos, estos pueden acarrear depresión, ansiedad, ataques de pánico, ideación suicida, insomnio, apnea del sueño destructiva o suicidio, entre otros.
En cuanto a los efectos a nivel físico, estos pueden producir eccema, venas prominentes, tinnitus, hiperacusia, diabetes mellitus, atrofia, espasmos musculares, miopatía, etc.