Aunque solemos preocuparnos por lo que comemos, rara vez pensamos en cómo nuestras elecciones líquidas afectan a los riñones. Estos órganos vitales, encargados de filtrar toxinas y regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo, pueden deteriorarse silenciosamente con cada sorbo de ciertas bebidas cotidianas. Un reciente informe del Times of India advierte sobre cinco tipos de bebidas que, lejos de hidratar, están dañando progresivamente la salud renal. Por eso te contamos cuáles son y qué alternativas saludables puedes adoptar.
Refrescos oscuros
Las bebidas gaseosas oscuras contienen ácido fosfórico, un compuesto vinculado al desarrollo de cálculos renales y deterioro de las funciones del riñón. Además, están cargadas de azúcar y edulcorantes artificiales. Una alternativa saludable podría ser agua infusionada con pepino, menta o limón, o agua de coco de forma ocasional.
Zumos industriales de frutas
Aunque parezcan una opción sana, muchos zumos envasados apenas contienen fruta real. Están llenos de azúcares añadidos y conservantes que pueden generar picos de insulina y dañar los riñones a largo plazo. La alternativa saludable que te proponemos es jugo natural recién exprimido y sin azúcar, preferiblemente en la mañana, aunque lo mejor sigue siendo consumir la fruta entera.
Alcohol
El consumo frecuente de alcohol deshidrata el cuerpo y altera el equilibrio hormonal que regula los riñones. A largo plazo, contribuye a la hipertensión y puede acelerar el daño renal. Como alternativa saludable puedes tomar infusiones como diente de león o agua de semillas de cilantro en ayunas.
Bebidas energéticas
Estas bebidas contienen altas dosis de cafeína, azúcar y vitaminas sintéticas. Su consumo habitual puede provocar deshidratación y reducir el flujo sanguíneo renal. Una alternativa saludable es el té verde o matcha para un impulso natural, o simplemente agua con una pizca de sal rosada para activar la hidratación.
Bebidas deportivas
Diseñadas para deportistas que pierden muchos electrolitos, estas bebidas pueden ser innecesarias, e incluso perjudiciales, para quienes no realizan ejercicio intenso. Su alto contenido en sodio y colorantes puede afectar negativamente a los riñones. Te proponemos como alternativa saludable agua con limón y una pequeña cantidad de sal marina.
Elegir bien qué bebemos es tan importante como la dieta o el ejercicio. Consumir líquidos adecuados a lo largo del día no solo evita la deshidratación, sino que protege las funciones renales, muchas veces amenazadas en silencio. Los riñones no piden mucho, solo hidratación limpia, hábitos saludables y una vida con menos azúcares y toxinas.