La playa de Bondi, en Sídney, ha sido testigo de un tiroteo que ha dejado 12 muertos y 29 heridos. El suceso ha ocurrido mientras se celebraba una fiesta judía para dar inicio a la festividad de Janucá y el Gobierno local lo ha calificado de "ataque terrorista".
Unas 2.000 personas se habían congregado en el parque Archer para esta festividad, cuando dos individuos comenzaron a disparar. Uno de ellos ha sido abatido por la policía, mientras que el otro ha sido detenido. En un vídeo difundido por Reuters se ve claramente el momento de la detención.
En las imágenes a vista de dron se observa a uno de los tiradores en un puente del parking, desde donde intenta resguardarse de los disparos de la policía. Su compañero, por su parte, yace en el suelo inmóvil, ya que había sido abatido previamente, siendo una de las 12 víctimas mortales.
El que sigue con vida que ha sido abatido intercambia una serie de disparos con las autoridades. En un momento del vídeo se le ve agacharse y protegerse junto a la pared del puente y, momentos después, cae al suelo. Aunque intenta levantarse, finalmente tira el arma y se queda boca abajo, con las manos sobre la cabeza.
Un hombre anónimo le ha quitado el arma a uno de los tiradores
En otro vídeo difundido en redes sociales se ve como un ciudadano anónimo aprovecha que uno de los atacantes está de espaldas y apoyado sobre un árbol para, en un acto de valentía, tirarse sobre él y quitarle el arma. El atacante cae al suelo y el héroe anónimo le apunta con el arma, aunque no le dispara.
El atacante, ante la imposibilidad de recuperar el arma, comienza a retroceder. De fondo se escuchan disparos y, tal y como muestran las imágenes segundos después, se ve al otro atacante ya en el puente en el que posteriormente fue detenido y su compañero abatido.
El jefe del Gobierno de Nueva Gales del Sur ha calificado el ataque como "un acto cobarde y aterrador de violencia" diseñado para "golpear a la comunidad judía de Sídney". "Lo que debía ser una noche de paz y celebración fue destruido por un ataque malvado y horrendo", ha lamentado.
Es el tercer ataque contra la comunidad judía en todo el año en el mundo. En mayo, dos empleados de la embajada de Israel en Washington fueron asesinados a tiros por un hombre que, según la Policía, gritó "Palestina libre" después del ataque. En octubre un ciudadano británico de origen sirio atropelló y apuñaló a varias personas en el exterior de una sinagoga en Manchester que estaba especialmente concurrida por ser la fiesta del Yom Kippur.

