"Estados Unidos ya es grande y ya es fuerte. Y les prometo que nuestra fuerza, nuestra grandeza, no dependen de Donald Trump", declaró Obama en su intervención estelar ante la convención para ofrecer su apoyo a Clinton, la candidata demócrata a la Casa Blanca.
Obama pidió a los votantes de su partido que impulsen a Clinton como en su día hicieron con él, porque son ellos los que personifican la "esperanza" de la que habló en su primer discurso en una convención, hace exactamente 12 años. "Ustedes han defendido esa esperanza en los últimos ocho años (...) Y este año, en esta elección, pido que se unan a mí para rechazar el cinismo, el miedo, para sacar lo mejor de nosotros, elegir a Hillary Clinton como próxima presidenta de EEUU y mostrar al mundo que todavía creemos en la promesa de esta gran nación", afirmó.
El primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca se declaró preparado para "pasar el testigo" a Clinton, quien ya ha hecho historia también al convertirse en la primera mujer candidata a la Presidencia de EEUU. En contraposición a la visión apocalíptica de Trump y los republicanos, Obama quiso dejar claro que el país que él conoce y observa cada día está "lleno de coraje, optimismo e ingenuidad", y es, además, "decente y generoso".
"No tememos al futuro", sino que "le damos forma, lo abrazamos, como una sola persona, más fuertes juntos que cada uno por su lado", subrayó Obama.
Eso lo sabe Clinton, "luchadora, estadista, madre, abuela, servidora pública y patriota", y ese es el tipo de país "por el que ella está luchando", agregó el mandatario. "Puedo decir con confianza que nunca ha habido un hombre o una mujer más cualificado que Hillary Clinton para servir como presidente de Estados Unidos", destacó al anotar que ni él mismo ni Bill Clinton, sentado en las gradas, estaban tan preparados como ella cuando llegaron a la Casa Blanca.
"Incluso en medio de una crisis, ella escucha a las personas, mantiene la calma y trata a todos con respeto. Y no importa cuán desalentadoras sean las probabilidades, no importa cuánto traten de derribarla, ella nunca, nunca se rinde", continuó Obama. El presidente de EEUU dijo, por otro lado, que "el sueño americano es algo que ningún muro va a detener", en alusión al que promete construir Trump en la frontera con México si gana las elecciones, y alertó de que la "democracia no funciona" si los ciudadanos comienzan a "demonizarse unos a otros".
Antes de Obama subieron al escenario de la convención, en el pabellón Wells Fargo de Filadelfia, el compañero de fórmula de Clinton, Tim Kaine, y el vicepresidente Joseph Biden, y ambos lanzaron duras críticas a Trump. Kaine, tras aceptar "humildemente" ser el aspirante a la Vicepresidencia junto a Clinton, destacó que no confía en Trump y llegó a imitar los ademanes del magnate sobre el escenario, mientras que Biden, tajante, comentó que el candidato republicano "no tiene idea de nada, y punto".
"Dice que se preocupa por la clase media. Denme un respiro. Eso son tonterías", aseveró el vicepresidente, lo que provocó una ovación cerrada entre los asistentes. Biden destacó que Trump es "racista", está a favor de la tortura y promueve la intolerancia religiosa.
Asimismo, señaló que, si Clinton gana las elecciones de noviembre, verla entrar en la Casa Blanca será algo que "cambiará las vidas" de las hijas y nietas de todos los ciudadanos del país.
El exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg fue otra de las figuras destacadas de la noche y pidió el voto para Clinton con el fin de frenar a Trump, un "peligroso demagogo" al que consideró una amenaza para Estados Unidos. "La verdad sea dicha, de lo que realmente es rico Trump es de hipocresía. Él quiere que creamos que puede resolver nuestros mayores problemas deportando a mexicanos o dejando fuera a los musulmanes. Él quiere que crean que levantando barreras traerá trabajos. Se equivoca en ambas cosas", señaló Bloomberg.
El exalcalde evaluó presentarse él mismo como candidato presidencial independiente para los comicios de noviembre, pero en marzo anunció que desistía de ello porque, a su juicio, esa decisión podría haber restado votos a Clinton y beneficiar indirectamente a Trump. Al final del discurso de Obama, Clinton apareció por sorpresa en el escenario y ambos se fundieron en un abrazo, ante los fervientes aplausos del público. Este jueves Clinton clausurará la convención con el discurso de aceptación de su candidatura a la Casa Blanca.