Las provisiones de agua y comida escasean y se han registrado algunos saqueos en este archipiélago de 74 islas situado en la Gran Barrera de Arrecifes, en el estado de Queensland. Los 471 huéspedes y personal del hotel en la isla Daydream solo tienen una botella de agua por persona que debe durar hasta que sean evacuados, una tarea se complica por el mal tiempo que persiste en la zona, según el portal de noticias news.com.au.
La página oficial de la isla Hamilton indicó que el aeropuerto reabrirá este jueves para que los turistas puedan retornar a casa, mientras que las aerolíneas que operan en el lugar han aumentado sus vuelos hasta el sábado. En la zona del litoral de Queensland afectado por el paso de Debbie se reanudaron las tareas de limpieza, mientras las lluvias torrenciales complican las tareas de evacuación y entrega de la ayuda.
En Airlie Beach, Bowen y Proserpine, que están entre las comunidades más afectadas por el ciclón, varios residentes quedaron aislados por el corte de las carreteras a causa de la crecida de las aguas. Además unas 63.000 personas se encuentran sin electricidad, una situación que las autoridades prevén que se mantenga una semana.
El temporal que sigue al Debbie, que el martes fue rebajado a tormenta tropical, se ha extendido al sur de Queensland, donde las autoridades han ordenado el cierre de escuelas por temor a riadas. Los servicios de meteorología prevén lluvias que superen la media mensual en Brisbane, la capital de Queensland, y vientos de 120 kilómetros por hora.
El primer ministro, Malcolm Turnbull, inspecciona la zona y las tareas humanitarias en las que participan 1.300 soldados, además de aviones, helicópteros y un buque de la Armada. Las autoridades evalúan el impacto económico en los sectores turístico y agrícola del ciclón, que ha sido declarado como "catástrofe" por el Consejo de Aseguradoras de Australia.
"Esta área exporta 450 millones de dólares (locales, 345 millones de dólares o 320 millones de euros) de productos agrícolas al año. Es nuestro plato de comida y será un golpe duro y les tomará un tiempo recuperarse", dijo Turnbull en Bowen. El Debbie ha sido el ciclón más potente en afectar Australia desde el Yasi, que en 2011 generó un oleaje que causó numerosos daños en el litoral.