El gobierno de Trump separó a más de 5.400 menores de sus familias en la frontera con México
Esta cifra supone 1.566 menores más de los que se había informado, según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su política de separar las familias den inmigrantes indocumentados tras su detención en la frontera, apartó a un total de 5.460 niños de sus familiares mientras se aplicó esta política, pocas horas antes de que venciera el plazo dado por un tribunal federal para la identificación de todos los niños apartados de sus parientes desde mediados de 2017.
"Es impresionante que otras 1.566 familias, incluidos bebés y niños, se sumen a los otros miles ya separados por esta política inhumana e ilegal", señaló en una declaración Lee Gelernt, abogado de ACLU.
Gelernt añadió que el Departamento de Justicia ha estado remitiendo a esa organización los nombres de familias separadas y completó esos registros el jueves, pero expresó su preocupación porque los familiares adultos hayan sido deportados sin sus hijos.
La mayoría de los niños, separados de sus familias tras cruzar la frontera para pedir asilo en Estados Unidos, son menores de doce años, incluidos más de 200 con edades por debajo de los cinco años.
Durante su campaña electoral en 2016, Trump prometió una política severa para detener la inmigración ilegal y un año después su Gobierno empezó a separar de sus familiares a los menores, que fueron recluidos en centros de detención o llevados a diferentes partes del país.
En muchos casos sus familiares, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador, fueron deportados o retornaron a sus países sin conocer el paradero de sus hijos.
En abril pasado, el juez federal Dana Sabraw, de un tribunal de San Diego (California), dio un plazo de seis meses al Gobierno de Trump para que suministrara a ACLU el recuento de todos los menores puestos bajo custodia federal y separados de sus familias.
La organización defensora de los derechos civiles inició demandas ante los tribunales, dentro de un programa que ha puesto en marcha para ubicar a todas las familias afectadas y verificar que los niños han podido ser reunidos con sus parientes.
Según ACLU, los niños fueron liberados de los albergues federales entre el 1 de julio de 2017 y junio de 2018, cuando Sabraw ordenó al Gobierno que cesara la práctica de separar adultos y menores, y que reuniera a más de 2.700 niños aún bajo su custodia.
Pero entonces ni Sabraw ni ACLU sabían que había otros menores de edad que habían sido separados de sus familias meses antes y ubicados en albergues administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).
El mes pasado, el Gobierno de Trump puso en práctica una nueva política para el otorgamiento de asilo bajo la cual los migrantes que lo soliciten deben permanecer en cualquier otro país por el que hayan cruzado hasta que se complete el trámite de sus solicitudes.