"Estamos a tope", señaló la pareja desde una habitación del hospital donde han pasado un reconocimiento médico y tras reencontrarse con algunos de sus familiares que han viajado a la capital del estado malasio de Sabah, en el noreste de la isla de Borneo.
La pareja española junto al chino Tommy Lam y la malasia Armella Ali Hassan regresaban el 2 de mayo pasado de una excursión a la isla de Balambangan, en Sabah, cuando su embarcación volcó y acabó a la deriva.
"Fueron varias las oportunidades que tuvimos de ser rescatados, pero siempre se nos escaparon. Hasta que al noveno día -el 10 de mayo- nos recataron los pescadores vietnamitas", rememora Miguel.
Los vietnamitas faenaban de manera ilegal en aguas de Malasia, por lo que no avisaron inmediatamente a las autoridades malasias ni al operativo que los buscaba, en el que participaban nueve buques, tres aviones, un helicóptero y un equipo de buceadores.
La Marina malasia tuvo que interceptar a otros pescadores vietnamitas para enterarse del rescate y poder enviar dos navíos, el Bistari y el Baung, a recoger a los cuatro náufragos.
El Bistari recogió al grupo el jueves por la tarde en Malasia y los llevó a una base naval, desde donde a primeras horas de hoy partieron en un hidroavión Bombardier CL415 hasta Kota Kinabalu.
Familiares y las autoridades locales recibieron a pie de pista a los rescatados. Durante dos días, los vietnamitas alimentaron y dieron de beber a los cuatro náufragos, además de atender sus heridas y ayudarles a lavarse.
"Sabíamos que antes o después ellos nos iban a dejar (...) en Vietnam. Eso significaba estar con ellos diez días. Ya nos habíamos hecho un poco hasta la idea" de que tardarían en regresar a Malasia, relató la española.
Marta Miguel y David Hernández habían llegado a Malasia en enero en busca de oportunidades y desde febrero trabajaban en Sabah, en el complejo hotelero Tommy's Place, a cambio de alojamiento y comida.
El chino rescatado es el dueño del establecimiento; y la malasia, una compañera de trabajo. Él es técnico electricista y trabajaba en mantenimiento, y ella, especialista en comunicación y se encargaba de la gestión del complejo.
Kudat, enclavado entre playas y cocoteros, no fue accesible por carretera hasta los años 60, y se ha convertido en los últimos años en un destino turístico para amantes de los deportes como el surf o el submarinismo.
La pareja de españoles tendrá que pasar unos días más en el Malasia para completar las declaraciones oficiales y recobrar fuerzas, y después regresará a España con familiares. A pesar de la "aventura" vivida, ambos tienen planes de volver a hacer las maletas rumbo a Malasia.