El país consideró que Lim Hyeon-soo había conspirado para "derrocar" al régimen de Kim Jong-Un

Corea del Norte libera a un misionero canadiense encarcelado desde 2015 "por razones humanitarias"

Corea del Norte anunció hoy la liberación "por razones humanitarias" del misionero canadiense Lim Hyeon-Soo, que se encontraba encarcelado desde 2015 y fue condenado a trabajos forzados de por vida por cometer actos hostiles contra el país asiático.

ondacero.es

Madrid |

Hyeon Soo Lim | Facebook

Lim fue liberado "por motivos de enfermedad y desde un punto de vista humanitario", según la decisión del Tribunal Central de la RPDC (Corea del Norte), según un comunicado difundido por la cadena estatal norcoreana KCNA.

El ciudadano canadiense de origen coreano viajó a Corea del Norte a través de China a principios de enero de 2015 y ese mismo mes fue detenido por las autoridades norcoreanas.

La justicia del régimen Juché lo condenó a trabajos forzados de por vida por haber realizado actividades subversivas contra el país, tras un juicio celebrado en Pyongyang a finales de 2015.

La máxima instancia judicial del país consideró que Lim Hyeon-soo había conspirado para "derrocar" al régimen en un supuesto complot liderado por los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur.

Asimismo, lo consideró culpable de haber realizado "actividades subversivas" con el objetivo de "dañar la dignidad de la dirección suprema y el sistema social de la RPDC" y de "actividades religiosas antiRPDC".

El condenado, un sexagenario que encabezaba la Iglesia Presbiteriana de la Luz de Mississauga, en las cercanías de Toronto, reconoció estas acusaciones en una confesión divulgada en julio de 2015 por la agencia oficialista, aunque varias organizaciones denunciaron que el testimonio fue probablemente forzado por las autoridades.

Su liberación se produce en un momento de máxima tensión en la península de Corea por la escalada dialéctica entre el régimen que lidera Kim Jong-un y la Administración de Donald Trump, y tras conocerse en junio la muerte del estadounidense Otto Warmbier, quien también había sido encarcelado en Corea del Norte.

Warmbier falleció después de ser también liberado por Corea del Norte y enviado de vuelta a Estados Unidos en estado comatoso, tras pasar 17 meses en prisión en Corea del Norte.