Pedro Sánchez ha respondido públicamente al informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil con un discurso en el que reconoce el impacto del escándalo, pero defendiendo que el PSOE no se comporta igual que otras formaciones cuando la corrupción llama a su puerta.
"El llamado caso Koldo es el único caso hasta la fecha de supuesta corrupción, porque aún no hay sentencia, que afecta a mi organización", ha afirmado Sánchez. Y ha añadido: “Tendrá que verse sustanciado por parte de los tribunales”.
Sánchez ha incidido en el concepto de preservar la presunción de inocencia y evitar juicios paralelos. Al mismo tiempo, ha presentado el episodio como una anomalía dentro de una organización que, en sus palabras, "es una organización limpia, limpia".
El PSOE como partido “intransigente” frente a la corrupción
El presidente ha asegurado que su partido no oculta los casos de corrupción que puedan surgir en sus filas. En su intervención, ha marcado el contraste con la actitud histórica del Partido Popular: “Nosotros no podemos, ni queremos ni vamos a ser como el Partido Popular y como Vox, no vamos a tapar la corrupción que surja en nuestras filas, por muy dolorosa que sea. No vamos a perseguir a denunciantes, ni a crear policías patrióticas, ni a destruir pruebas a martillazos”.
Sánchez ha reivindicado las medidas adoptadas por el PSOE en los últimos años para reforzar la transparencia institucional y el control financiero. El partido se somete desde 2020 a auditorías externas voluntarias y ha anunciado una nueva revisión independiente de las cuentas.
Un relato de contraste
Más allá de las medidas concretas, el presidente construyó un discurso que buscó diferenciar tipos de corrupción y, sobre todo, comportamientos ante ella. En esa línea, se mostró firme:
“Podemos cometer errores, sufrir traiciones, pero una cosa es clara: el PSOE no es como aquellos que se rasgan las vestiduras en público y toleran la corrupción en casa”.
En contraste, acusa al Partido Popular y a Vox de mantener 30 causas abiertas, de amenazar a periodistas y de obstruir la justicia, convirtiendo el escándalo socialista en un espejo para apuntar hacia la derecha.
“Y si me permiten un consejo: que tanto el señor Feijóo como el señor Abascal presenten esa moción de censura cuanto antes, porque después del verano… se verá quiénes son los delincuentes de verdad.”