El último Barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat revela que un 52% de los catalanes se muestra en contra de la independencia de Cataluña frente a España, en contraste con el 40% que se declara a favor de la secesión. Este resultado, correspondiente a la segunda ola de encuestas de 2025, confirma una tendencia sostenida en los últimos años, donde el "no" ha superado al "sí" en todos los barómetros desde 2019.
Evolución: leve repunte del independentismo, pero la mayoría rechaza la ruptura
Aunque el apoyo a la independencia había tocado mínimos históricos a principios de 2025 —situándose en el 38%—, los datos actuales muestran un ligero repunte hasta el 40%. Sin embargo, el rechazo a la independencia sigue ampliamente consolidado y solo se ha reducido modestamente: del 54% de marzo al 52% en junio, reflejando una cierta estabilidad en la sociedad catalana respecto a esta cuestión.
¿Qué otros modelos de relación proponen los catalanes?
El barómetro también desglosa las preferencias sobre el encaje de Cataluña dentro del Estado español:
- El 32% de los encuestados prefieren que Cataluña sea una comunidad autónoma de España.
- Otro 32% opta por un Estado independiente.
- El 22% apuesta por una España federal.
- Un 7% desearía que Cataluña fuese una región española convencional.
Esta distribución muestra el equilibrio entre los modelos autonómico e independentista, con una apuesta mantenida por vías intermedias como la federación.
Las preocupaciones reales: más allá del 'procés'
El sondeo señala que el acceso a la vivienda se consolida como el principal problema de los catalanes, seguido de la insatisfacción con la política, la inmigración, la inseguridad ciudadana y el desempleo.
El conflicto territorial con el Estado ha bajado en el listado de preocupaciones ciudadanas, ocupando apenas el 5% de las menciones espontáneas.
Contexto político y consecuencias
El barómetro también revela que el PSC seguiría siendo la primera fuerza política en Cataluña y ganaría unas elecciones autonómicas si se celebraran hoy, mientras que Junts per Catalunya sufriría un descenso en escaños. Se destaca también la irrupción de partidos de extrema derecha, como Vox y Aliança Catalana, que avanzan a costa de formaciones tradicionales.
Desde la dirección del CEO, se apunta a que "el independentismo mantiene un apoyo más latente que explícito", en tanto que el debate se traslada paulatinamente hacia cuestiones sociales como la vivienda o la desigualdad.

