El actor, productor y director teatral Adolfo Fernández ha fallecido este viernes a los 67 años en su domicilio de Perales de Tajuña (Madrid) a causa de un cáncer. Nacido en Sevilla, se trasladó a Bilbao con solo cuatro años y mantuvo durante toda su vida un fuerte vínculo con la Margen Izquierda, donde creció y comenzó a formarse como intérprete.
Fernández alcanzó gran popularidad gracias a su participación en series de éxito como "Policías, en el corazón de la calle", "Los 80", "Águila Roja", donde interpretó a una figura esencial en la evolución del protagonista, "B&b", "La noche más larga", "Amar es para siempre" o "Machos alfa". Su versatilidad le permitió consolidarse como un actor habitual de la ficción televisiva española durante más de dos décadas.
Pero, por encima de su presencia en la pequeña pantalla, Fernández se definía como un hombre de teatro. Consideraba las tablas "un acto de militancia" y dedicó buena parte de su carrera a impulsar proyectos escénicos comprometidos. En 2002 fundó su propia compañía, K Producciones, con la que desarrolló montajes de fuerte carácter social. Su adaptación de "En la orilla", basada en la novela de Rafael Chirbes, le valió un Premio Max y se convirtió en uno de los trabajos más aclamados de su trayectoria.
Hace algo más de una década, un cáncer obligó a Fernández a detener su actividad durante año y medio. Superada aquella enfermedad, volvió a los escenarios en plena pandemia, en un contexto especialmente complicado para el sector y con "cero ayudas", como él mismo relató en una entrevista. En estos últimos años había cosechado nuevos éxitos, entre ellos la adaptación de "El nadador en aguas abiertas", que giró por numerosos teatros del país.
Reconocimiento del sector
La Academia del Cine ha confirmado su fallecimiento mediante un comunicado en el que destacó su aportación al cine español y su participación en títulos como "Entre las piernas", "Yoyes", "El arte de morir" o "Todo es silencio". Tras conocerse la noticia, numerosos compañeros de profesión han comenzado a expresar su admiración por un artista respetado por su talento, su coherencia y su defensa del teatro como herramienta de transformación social.

