Efeméride

Monte Oiz: 40 años después, aún estremece el recuerdo de una tragedia con 148 muertos

El 19 de febrero se cumplen 40 años de la tragedia del avión que se estrelló en el monte Oiz cuando iba a aterrizar en el Aeropuerto de Bilbao, en uno de los accidentes aéreos más graves registrados en España, con 148 fallecidos y sin supervivientes.

EFE

País Vasco |

Monte Oiz: 40 años después, aún estremece el recuerdo de una tragedia con 148 muertos
Monte Oiz: 40 años después, aún estremece el recuerdo de una tragedia con 148 muertos | Onda Cero Euskadi

Periodistas que lo cubrieron han recordado a EFE lo que ocurrió aquel día "con profundo dolor" y aún estremecidos por lo que vieron en el escenario del accidente, mientras el sindicato de pilotos ha valorado que se haya mejorado la seguridad del aeropuerto de Bilbao, "especialmente complejo" por su orografía.

Se trata del cuarto accidente aéreo más grave registrado en España tras los ocurridos el 27 de marzo de 1977 en Los Rodeos (Tenerife), con 583 personas fallecidas; el 27 de noviembre de 1983 cerca de Barajas con 181 víctimas, y el 20 de agosto de 2008 también en el aeropuerto madrileño, con 154 fallecidos.

El accidente

El martes de carnaval de 1985, un Boeing 727 de Iberia procedente de Madrid comunicó al Aeropuerto de Bilbao, ubicado en el municipio de Sondika, que iniciaba la maniobra de aproximación y a las 08:22 horas se registró la última comunicación entre la torre de control y la aeronave. Instantes después la parte izquierda del morro del avión impactó contra una antena de ETB, situada en una cota de 1.000 metros. Se desprendió el ala izquierda y "ya sin posibilidad de control", el avión se estrelló en el monte. "Posteriormente, tras los sucesivos impactos en la zona de la ladera noroeste del monte Oiz, cubierta de pinos, se produjo la destrucción total de la aeronave", que terminó en una vaguada, describe el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (CIAIAC).

Suma de varios factores

Esa investigación concluyó que un error de la tripulación en la lectura del altímetro y una incorrecta interpretación de los avisos hicieron que el avión volara por debajo de la altitud de seguridad y chocara con la antena, que no aparecía en la carta aeronáutica. La mañana del siniestro había mala visibilidad en Sondika por bruma y nubosidad de tipo bajo, recuerda a EFE Lucía Aránega, subdirectora del Departamento Técnico del sindicato de pilotos SEPLA y experta en investigación de accidentes, con 15.000 horas de vuelo y 27 años volando a Bilbao.

"Si el cielo hubiera estado completamente despejado, probablemente hubiesen visto la antena. Otro factor que contribuyó al accidente fue que esa antena no apareciera señalizada y también, clarísimamente, el modelo del altímetro con que iba equipado el avión", señala. Aránega conocía ese Boeing 727 y su altímetro "requería mucho más tiempo y atención que otros para su interpretación. Ahora son instrumentos digitales mucho más sencillos y precisos".

Desde 1985 "ha mejorado muchísimo la calidad de las ayudas para la aproximación" y en el entrenamiento de los pilotos hacen "cursos con el aeropuerto de Bilbao como ejemplo, porque tiene unas características que lo hacen un poquito más difícil" por su orografía y las turbulencias que se generan con viento sur.

Sin supervivientes

En el monte Oiz fallecieron las 141 personas del pasaje y las 7 de la tripulación. "No hubo posibilidad de supervivencia" y solo un cadáver quedó íntegro: el cuerpo de un hombre de Getxo que viajaba en un ataúd en la bodega. Los entonces consejero vasco de Interior, Luis María Retolaza, y delegado del Gobierno en Euskadi, Ramón Jáuregui, improvisaron una mesa de coordinación en la zona con efectivos de la Guardia Civil y una incipiente Ertzaintza, además de bomberos, Cruz Roja y DYA, y se organizó la recogida de los cadáveres desmembrados y diseminados en dos kilómetros a la redonda.