INCENDIO DEVASTADOR

Teatre, La Fonda y el Ayuntamiento hablan: primeras versiones contradictorias sobre el incendio en Murcia

Los representantes de los locales afirman que contaban con todos los permisos, y al hablar sobre el origen de las llamas se señalan mutuamente. El Ayuntamiento afirma que ordenó el cierre de los locales el año pasado.

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Madrid | 02.10.2023 19:15

El Ayuntamiento, la Fonda y Teatre presentan versiones contradictorias sobre las causas del incendio
El Ayuntamiento, la Fonda y Teatre presentan versiones contradictorias sobre las causas del incendio | Edu Botella / Europa Press

La ciudad de Murcia sigue profundamente afectada por el atroz incendio en la zona de discotecas Atalayas, que se saldó con, al menos, 13 víctimas mortales. Las llamas han arrasado tres discotecas; Golden, Teatre y La Fonda Milagros, local en el que las autoridades han localizado, hasta estos momentos, los cuerpos de 13 personas fallecidas en el incendio que estalló la madrugada del sábado en torno a las 6 de la mañana.

La policía judicial y científica aún se encuentran investigando lo sucedido, para esclarecer el origen y las causas de las llamas; sin embargo, tanto el Ayuntamiento como representantes de las dos discotecas más afectadas por las llamas (Teatre y La Fonda Milagros) ya se han pronunciado sobre lo sucedido, ofreciendo versiones contradictorias en torno al terrible acontecimiento.

Orden de cierre por parte del Ayuntamiento

Hace unas horas comparecieron en rueda de prensa el teniente de alcalde de la ciudad, Antonio Navarro (PP), y el exconcejal de urbanismo Andrés Guerrero (PSOE), que ha afirmado que durante su gestión al frente de la concejalía el Ayuntamiento publicó una orden de cese de actividad del local en enero de 2022 que, sin embargo, no se materializó en el cierre de la discoteca.

Tal y como han declarado los políticos, la decisión de clausurar los locales llegó tras la negativa del Ayuntamiento de Murcia de autorizar que el local se dividiese en dos discotecas diferentes, al no incluir el proyecto de reforma una segunda licencia de funcionamiento. El fuego se generó en una de las discotecas - aun se desconoce en cuál y por qué motivo- y pasó hasta la otra; sin embargo, la totalidad de las víctimas confirmadas se han encontrado en la Fonda Milagros.

La empresa Teatre S.L, propiedad del empresario Juan Inglés Rojo, recibió su licencia de funcionamiento en el año 2008, para comenzar a funcionar como "discoteca con cocina". Fue en junio de 2019 cuando presentó al Ayuntamiento un proyecto para dividir el local en dos espacios independientes: Teatre y La Fonda, destinado al público latino. Según se ha explicado en la rueda de prensa, el Ayuntamiento ordenó el cierre de ambas discotecas en enero de 2022, aunque los locales siguieron funcionando. Tras un recurso presentado por Teatro - y desestimado por la justicia-, se volvió a solicitar en cese en octubre de 2022.

Para Guerrero, exconcejal de Urbanismo del gabinete socialista que gobernó la ciudad entre 2021 y 2023, "el único responsable es la empresa, que a pesar de las comunicaciones efectuadas para cerrar los locales hizo caso omiso". Sin embargo, el Consistorio quiere aclarar el motivo por el cual el cierre efectivo no se llevó a cabo, y estudiará todo lo acontecido en torno a este expediente de cierre: "Vamos a depurar todas las responsabilidades que pudiera haber por parte de cualquiera en estos procedimientos", ha explicado el teniente de alcalde Antonio Navarro. En la misma comparecencia, se ha hecho saber que La Fonda Milagros no existía "administrativamente", y que, por lo tanto, funcionaba sin que el Ayuntamiento tuviese constancia de ello.

La versión de las discotecas

Por otro lado, representantes de las dos discotecas se han pronunciado ya: María Dolores Abellán, portavoz de Teatre, ha intervenido en directo esta mañana en Espejo Público. Abellán ha afirmado que el fuego no se originó en Teatre, sino en la Fonda Milagros, aunque se mantiene a la espera de los resultados que presente la policía científica. Según ha explicado la portavoz, una camarera del local vio el humo procedente de la discoteca contigua en torno a las 6 de la mañana, y avisó rápidamente para evacuar el local, en el que se estaba celebrando una fiesta de electrónica.

En su declaración, Abellán ha declarado que la discoteca Teatre cumplía con todos los requisitos de seguridad, que había que había pasado las inspecciones pertinentes y que contaba con los planes de evacuación necesarios. Por el momento, no se ha confirmado ninguna víctima mortal presente en la discoteca Teatre.

Abellán ha afirmado que las tres discotecas afectadas por el fuego estaban gestionadas por 3 empresas diferentes. El abogado Francisco Adán, que representa al dueño de la Fonda Milagros, ha explicado que el local incendiado estaba arrendado a Teatre SL. Sin embargo, el abogado ha explicado que toda la documentación de la Fonda ha sido pasto de las llamas, pero que no tenía ningún conocimiento ni documentación relacionada con la orden de cierre ni la suspensión de la licencia de apertura, que fue adjudica a Teatre SL en 2008.

El abogado, al contrario que Abellán, afirma que las llamas se originaron en la zona de palcos del Teatre, en base al testimonio de su cliente - un empresario colombiano - y otros supervivientes del voraz incendio.

El pasado del dueño de Teatre

Tal y como informan El Confidencial y la Opinión de Murcia, el empresario Juan Inglés Rojo ya afrontó un incendio en otra discoteca de su propiedad: en septiembre de 2009, los bomberos tuvieron que intervenir para extinguir las llamas que estaban quemando el local Flamingoville, localizado en San Pedro del Pinatar, a unos 40 kilómetros de Murcia. No se tuvieron que lamentar daños humanos entonces.

El empresario, por otro lado, apareció en varios medios de comunicación junto a su socio Miguel Latorre por ofrecer préstamos abusivos a través de la empresa Omacrux. En 2004, tal y como informa La Sexta, Omicrux ofreció un préstamo de 15.000 euros a un vecino de Javalí Nuevo, Francisco García, que buscaba comprarse un audífono. Los elevados intereses elevaron la deuda de Francisco hasta los 200.000 euros, en 2015. Entonces, vecinos de todo el pueblo se volcaron para evitar que el anciano fuese desahuciado a causa de la deuda contraída.